La sangría de personal continúa irremediablemente en el
grupo Baleària que intenta con ello sustanciar su negativa
cuenta de resultados en el Estrecho donde, según información
a la que ha tenido acceso EL PUEBLO, las pérdidas ya
alcanzarían los 12 millones de euros. Actualmente Buquebus
no es más que una sombra y el desmantelamiento de personal
se justifica, según las cartas de despido, en la situación
económica y en la fuerte competencia de la línea con Tánger
Med.
No son nueve. Eran nueve el pasado martes y este jueves se
han sumado otros cuatro nuevos despidos que elevan ya a 12
los trabajadores de los que ha prescindido el grupo Baleària
para aligerar las nóminas de las compañías Buquebus y
Euromaroc.
En una extensa misiva de la empresa naviera, a la que ha
tenido acceso EL PUEBLO, y firmada por el director de
Recursos Humanos, Javier Andreu Moliner, se hace ver la
situación económica de la compañía como consecuencia de la
crisis en el sector del transporte marítimo “por el elevado
descenso del volumen de pasajeros y vehículos”, lo que ha
incidido en el volumen de facturación y en el resultado de
la empresa. En el escrito de motivaciones para el despido,
Baleària hace ver también que las líneas entre Ceuta y
Algeciras y entre Tánger y Algeciras “se han visto sometidas
a una fuerte competencia, traducido en una menor ocupación
de los buques implicando así una rentabilidad negativa”, lo
que unido a una bajada de la demanda, se ha producido una
“fuerte bajada de los precios”.
En el argumentario, Baleària indica la entrada de FRS y de
Comarit en la oferta competencial y “para mayor
abundamiento” se ha producido la apertura de Tánger Med, lo
que ha generado mayor oferta y un descenso de la ocupación.
Datos, con un mayor aporte de circunstancias económicas
negativas por las que han amortizado ya doce puestos de
trabajo, que se suman a los producidos el pasado ejercicio
cuando trasladó forzosamente al personal de flota a
Alicante, lo que provocó serias protestas sindicales y
ninguna respuesta política o institucional en Ceuta, pese a
que la pauta seguida por Baleària implicaba el despido de
numeroso personal ceutí.
Además, como el despido es fulminante, Baleària asume el
ingreso de los 900 euros correspondientes al salario de 15
días por la falta de preaviso y obliga a firmar al
trabajador ante la presencia de dos testigos por si se niega
a la rúbrica.
“Contrato estatal no”
Con estos antecedentes Baleària aligera peso para afrontar
el concurso estatal por la línea de interés público en 2011,
su máxima aspiración desde que puso los ojos en la línea del
Estrecho para enlazar Ceuta y Algeciras. Perdió el último
concurso y pretende no volver a hacerlo en la próxima
apertura de plicas. Entre medias, del presidente de la
naviera, Adolfo Utor, ha accedido a la Presidencia de la
Patronal (ANAVE) desde donde se posiciona con mayor poder de
influencia. Los trabajadores y los sindicatos ya han
advertido a la Administración: “A Baleària, no”.
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