Les ha tocado vivir un momento de muchos cambios. A la
implantación del nuevo Espacio Europeo de Educación se une,
casi con seguridad, el traslado de la Facultad de Educación
y Humanidades al nuevo campus construido en el
Acuartelamiento del Teniente Ruiz. Esta nueva situación
traerá como consecuencia un importante número de ventajas ya
que aumenta de forma considerable el espacio del que podrán
disponer los alumnos. Sin embargo, aún queda mucho camino
por recorrer en la situación de la Educación en Ceuta. Las
promesas realizadas por el ministro de Educación han abierto
una puerta a la esperanza pero como docentes, Ramón Galindo
y Vicenta Marín son conscientes de que eso es sólo el primer
paso.
Pregunta.- ¿En qué punto se encuentra el acuerdo para el
traslado de la Facultad de Educación y Humanidades al nuevo
campus?
Respuesta.- (Ramón Galindo) La solución al tema está en el
Rectorado de la Universidad que es quien debe dar la última
palabra, al estudiar los planos y la propuesta recibida por
parte de la ciudad. En todo caso, antes de fin de año se
sabrá con mayor certeza. Nuestra misión será poner de
nuestra parte en que el traslado se haga de la mejor manera
posible.
P.- ¿Qué necesidades se cubrirían en esta nueva
ubicación? ¿Habrá nuevas dependencias?
R.- (Ramón Galindo) Hemos hecho, a petición del
Vicerrectorado, una memoria de necesidades. En ella,
partiendo de lo que tenemos en la actualidad y pensando en
el futuro, se hace constar nuestra intención de mejorar de
forma sustancial las instalaciones, por ejemplo, disponer de
más y mejores despachos, más seminarios para poder
adaptarnos mejor al nuevo Espacio Europeo de Educación,
ampliar las aulas tanto en tamaño como en número. El
edificio tiene más de 40 años, se le hizo una buena reforma
en los años 90 pero aún así carece de condiciones para poder
adaptarnos a los nuevos planes de estudio.
P.- ¿El espacio disponible para la biblioteca también
aumentaría?
R.- (R.G) Por supuesto, es un elemento fundamental. La
actual es pequeña a pesar de las reformas. De hecho, en la
memoria de necesidades también incluimos la necesidad de
disponer de una hemeroteca, un almacén así como despachos
para los empleados. Los metros cuadrados aumentarían de
forma considerable.
P.- ¿Qué se va a hacer para potenciar las nuevas
tecnologías en el nuevo edificio?
R.- (R.G) En los últimos años ya hemos hecho grandes
avances. Hay dos aulas de informática, red wifi, conexiones
en red... En el nuevo campus ya se convertirá en un elemento
fundamental. Las instalaciones que se construyen en la
actualidad deben, por normativas universitarias, regirse por
unos criterios determinados que guardan una estrecha
relación con la red informática que haya en ese edificio.
P.- ¿Le preocupa el hecho de que tengan que compartir
espacio con otras instituciones educativas?
R.- En absoluto, desde la facultad se entiende que la
convivencia entre alumnos de diferentes estudios es buena.
Será totalmente diferente pero no tiene por qué suponer un
problema para los estudiantes en ningún caso. Beneficiará al
alumnado.
P.-Tras dos años y medio como decano de la facultad, ¿qué
ha cambiado desde entonces?
R.- (R.G) Ahora tengo menos libre (risas). Mi intención ha
sido dar continuidad al proyecto iniciado por otros
compañeros. Cuando se ocupa un cargo de gestión, uno debe
asumirlo con la noción de que es provisional por lo que se
debe mejorar lo que ya estaba hecho. Una de mis mayores
preocupaciones ha sido lograr una mayor implicación por
parte del alumnado. Para ello, hemos diseñado unas
estructuras como pueden ser las delegaciones de curso.
Además, informando sobre la importancia de formar parte de
la junta, teniendo reunionescon ellos, haciéndoles ver que
sus propuestas son interesantes.... Sin embargo, no es algo
por lo que sienta especial satisfacción. Aún queda mucho
camino por recorrer al respecto.
P.- No cree que en parte, esa falta de implicación pueda
ser debida al desencanto generalizado de los estudiantes
ante la situación que se vive hoy día?
R.- (R.G) Esa sensación es un hecho. Estamos atravesando una
crisis tanto social como económica. Pero, al mirarlo con la
perspectiva que te dan los años, considero que no hay etapa
más bonita que la universitaria. Por supuesto, no es lo
mismo estudiar en Ceuta que irse a Granada o Sevilla pero
procuramos que el alumnado se sienta totalmente
universitario como si estuviera en otros centros.
P.-Se ha hablado mucho del Espacio de Educación Europeo
pero, a efectos prácticos, ¿qué ha cambiado?
R.- El problema es que esta modificación tan radical está
coincidiendo con una crisis brutal. Lo que no se puede
pretender es cambiar de esa forma con los mismos
presupuestos, recursos humanos que se tiene ahora. La
voluntad da para mucho, pero no para tanto. Ya tenemos aquí
cuatro títulos de grado. Mi visión general es que el
profesorado está a la altura de las circunstancias a pesar
de no tener los mejores cursos.
P.- Hay algo que llama la atención: Cada gobierno, desde
el momento en que toma posesión, deroga todo lo conseguido
en materia de Educación...
R.- (R.G) Es uno de los problemas más grandes que tiene este
país. Llevamos 30 años de democracia y no se resuelve. La
educación debe ser una cuestión de estado. Las condiciones
estructurales deben estar por encima de las diferencias
ideológicas. Es una asignatura pendiente pero tengo la
sensación que tardaremos en aprobarla.
P.- ¿Qué sensación les ha dejado la visita del ministro
de Educación?
R.- (Vicenta Marín) Mi impresión es que las propuestas son
perfectamente viables. Sin embargo, no será de hoy para
mañana y, problablemente, se alargue más en el tiempo.
P.- ¿Qué medidas se pueden tomar para intentar solucionar
la situación educativa en Ceuta?
R.- (V.M) Para empezar, el problema no sólo está en el
desconocimiento de la lengua. El ambiente donde está ubicado
cada centro también es muy importante.
R.- (R.G). Mi aportación a esta cuestión es como docente que
lleva toda su vida ejerciendo esta profesión y no como
decano. Siempre he echado en falta una política educativa
adaptada al concepto ceutí. Ceuta tiene unas características
muy diferentes a otros lugares, han pasado distintos
gobiernos y responsables de Educación. Sin embargo, jamás se
ha diseñado esa política. El foro de la Educación ha sido un
paso importante y desde él se ha tomado la decisión de
enviar una memoria al Ministerio sobre qué se necesita en
Ceuta. El informe debe poner el dedo en la llaga. La
detección de está hecha, las causas se conocen pero debemos
pasar a la acción.
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