Después de llover siempre escampa.
Seguro. El problema es que el agua, otra fuente de vida y
riqueza, puede ser desbocada un tremendo factor destructivo:
la erosión y las inundaciones son solo dos conocidos
ejemplos de la furia de la naturaleza. Y con lo que está
cayendo en el campo de las siempre espesas relaciones
hispano-marroquíes, la tierra está quedando tan encharcada
que van a hacer falta bombas de gran potencia (de agua, no
se me asusten) para succionar hasta la capa freática, aunque
me temo que las aguas van ya tan sucias y con tanto detritus
de todo tipo que hasta las más poderosas máquinas pueden
griparse. Y el agua sigue subiendo.....
En este contexto reviste especial interés el ascenso
político del hasta el pasado viernes gobernador de M´Diq
(Rincón), Mohamed Yaakoubi, a su nueva responsabilidad como
wali de la provincia de Tetuán. La noticia que me apresuro a
comentarles tiene una doble carga, a mi juicio positiva:
primero porque Yaakoubi ha sido el impulsor del remodelado
urbanístico del litoral de la Bahía Sur, que bajo su égida
ha cambiado la fisonomía de la comarca, mejorándola en grado
sumo. Yaakoubi, hábil político y bien relacionado en la
administración marroquí, logró incluir bajo su control la
municipalidad de Martil (el histórico Río Martín del
Protectorado), villa hasta entonces vinculada al
ayuntamiento tetuaní. Por otro lado y en los procelosos y
convulsos tiempos que estamos viviendo en las turbias
relaciones bilaterales entre España y Marruecos, con un
sector muy duro enrocado en el gobierno marroquí que está
dificultando en grado sumo las siempre complejas
vinculaciones con España, me consta que Yaakoubi aun
manteniendo como es obvio la filosofía oficial de Rabat en
la OPA que este año está lanzando sobre España, ha
presentado en su gestión (pues la frontera de El Tarajal
depende de la gobernación de Rincón) un perfil bajo,
facilitando en varias ocasiones y en la medida de lo posible
actuaciones administrativas relativas a la vecindad con
Ceuta.
Mientras, la pasada semana Casablanca y Rabat han sido el
escenario de dirigidas y masivas manifestaciones en las que
la imagen de España ha salido malparada. Y sigue
lloviendo.....
|