El titular de esta carta al director representa claramente
cual debería ser el objetivo final de todo empresario,
satisfacer las necesidades y exigencias de su clientela en
todas las circunstancias posibles. Por tanto, resulta más
que evidente, que todo empresario que se precie debería
ajustar sus productos a las circunstancias del mercado y no
al contrario. La actual situación de crisis económica, que
afecta a la sociedad española en general, ha originado
nuevos planteamientos empresariales, que contradicen las
manifestaciones efectuadas la semana pasada por el
presidente de los sectores de hostelería y ocio nocturno de
la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Ceuta así
como, vicepresidente de ambos en la Confederación de
Empresarios, Pablo Guerra, empresario recientemente elegido
como máximo representante de un importante colectivo de
empresarios y en particular, de quienes decidieron
establecer sus negocios en la zona de ocio nocturno por
excelencia, el Poblado Marinero.
Declaraciones sorprendentes puesto que en ellas, entre otros
planteamientos, afirmaba contundentemente que esta zona de
la ciudad experimentaba un claro estancamiento en relación a
las iniciativas que debería emprender la administración
competente cuando, la realidad es diametralmente opuesta. El
Ejecutivo de la ciudad esta ejecutando en la actualidad
varias actuaciones incluidas en el Plan de Competitividad
Turística, con una inversión cercana a los 500.000€, que
están rehabilitando ostensiblemente toda la zona así como,
mejorando la accesibilidad a sus plantas superiores.
Actuación planificada por los servicios técnicos de la
ciudad a petición de los anteriores dirigentes
empresariales, que posibilitará el acceso a toda la
ciudadanía, beneficiando con ello la actividad comercial de
todos sus concesionarios.
Aunque, aún sorprenden más las manifestaciones despectivas
vertidas por el máximo representante empresarial en relación
a una práctica habitual en las relaciones sociales de la
juventud actual, considerablemente incrementada en los
últimos meses como consecuencia de la actual crisis socio
económica que experimenta la sociedad ceutí, el botellón.
Una costumbre extendida, que debe ser entendida básicamente
como estilo de diversión, ahorro en el coste y control
personalizado de la calidad en las bebidas consumidas
aunque, sin ninguna duda, evidencia irremisiblemente los
altos precios que deben satisfacer quienes acuden a los
diferentes locales de ocio nocturno establecidos en la
ciudad.
En definitiva, el máximo representante de los empresarios
ceutíes en el sector de hostelería, demuestra a través de
sus declaraciones en primer lugar, un total desconocimiento
de la realidad ceutí, del compromiso demostrado por las
administraciones públicas en el desarrollo de nuestra
economía pero, también muestra una falta total de
sensibilidad con la actual situación de crisis socio
económica, que afecta principalmente a quienes carecen de
recursos económicos, la juventud ceutí. Por tanto, como
joven ceutí expreso mi más absoluto rechazo a las
declaraciones vertidas por quien debería mostrar un mayor
compromiso con la juventud, adaptando sus precios a la
situación actual. Con total seguridad, los jóvenes se lo
agradeceríamos.
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