La Guardia Civil de Melilla ha logrado intervenir casi 53
kilos y medio de resina de hachís que estaban ocultos en el
interior del salpicadero y el depósito de combustible de un
vehículo que pretendía embarcar rumbo a Almería, según
informó ayer la Comandancia en una nota.
Este nuevo golpe al tráfico de drogas tuvo lugar el pasado
viernes por la tarde, cuando agentes de la Sección Fiscal y
el Servicio Cinológico estaban realizando los controles
previos al embarque en el buque ‘Santa Cruz de Tenerife’.
Fue entonces cuando el salpicadero de un Mercedes E 270 CDI
de color negro metalizado y matrícula española levantó las
sospechas de los guardias, que procedieron a realizar un
control más minucioso.
Cuando se desmontó el salpicadero, los agentes encontraron
en los huecos naturales una gran cantidad de paquetes de
distintas formas y tamaños que contenían resina de hachís.
También localizaron varios en el depósito de combustible,
que tuvo que ser desmontado y cortado para poder sacarlos.
En total, esta actuación se saldó con el decomiso de 76
paquetes de resina de hachís, con un peso total de 53.400
gramos, que habrían dado lugar a la puesta en circulación de
200.000 dosis en el mercado ilícito de venta de sustancias
estupefacientes.
Además, fue detenido el conductor y único ocupante del
vehículo, un melillense de 56 años de edad cuyo nombre
corresponde a las iniciales A.M.H., como supuesto autor de
un delito contra la salud pública.
La droga intervenida, junto con el vehículo donde iba oculta
y su conductor, fueron puestos a disposición judicial.
|