Así es como decían que estábamos,
en el fin de semana, aquí en Ceuta, aunque no parecía que la
cosa fuera para tanto, al menos en el ambiente en la calle.
Es lo que hay ahora, tratando de evitar responsabilidades,
si luego llega un tiempo peor y se da algún tipo de suceso
desagradable, con lo que los encargados de controlar estas
situaciones ya han cumplido con su cometido y las
responsabilidades las alejan de ellos mismos, como es
natural.
Es cierto que la noche del viernes al sábado aparecía con
fuerte viento, a ratos, y con bastante lluvia, pero nada
anormal, como para que “el personal” corriera peligro.
Era una noche poco agradable, no apta para salir “de
botellón”, por ejemplo, pero sin los aparentes riesgos que
existieron en otros momentos, en los que, también, se
decretó esta situación.
Las lluvias abundantes, con viento menos persistente de lo
esperado nos han llevado a esta situación, que aparece
controlada por la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, y
que preveía para el sábado unos ochenta litros por metro
cuadrado.
De haberse dado eso, naturalmente, la alerta naranja tendría
más que justificación, pero a lo largo de todo el sábado,
eso de 80 litros por metro cuadrado, al menos en el centro
de la ciudad, no fue una realidad, con lo que el “aviso” en
cuestión nos tuvo protegidos, un poco más de lo que
hubiéramos necesitado.
No se me oculta que las previsiones, aquí en Ceuta, son
mucho más complicadas de lo que pueden ser en Extremadura o
en Castilla La Mancha, y a las pruebas nos remitimos,
mientras en la ciudad, a lo largo del día, aunque, de vez en
cuando, llovía, se podía andar con total normalidad, a pocos
metros, en el mar, la situación era tan complicada como para
que no pudieran salir todos los barcos, a lo largo de ese
mismo día.
Con esto hay que contar y por esto todo el que tiene algún
tipo de responsabilidad quiere quedarse “al abrigo” y no
correr riesgos él, ni que los corran los demás.
Los números, por otra parte, no siempre coinciden con lo que
se anuncia, pero en el caso de las temperaturas lo previsto
no varió nada, manteniéndose muy igualada a lo largo de todo
el día, con un máximo de 18 y un mínimo de 16 grados, y todo
ello con un cielo totalmente cubierto, que hace que la
tierra guarde un poco más el calor y no se enfríe,
especialmente, en las horas de noche, además de que los
vientos del sudoeste nos estuvieron protegiendo de esos
fríos del norte, que afectaron a otras zonas, especialmente
en el norte de la Península.
Con todo esto, conociendo lo que es Ceuta, llegamos, una vez
más, a esquivar esa situación de peligro para activar el
estado de alerta naranja, al mismo tiempo que no debieran
haber cuadrado con el mal estado de la mar, como para no
poderse cruzar el estrecho, con total normalidad, cosa que
ocurrió y si no que se lo pregunten al Ceuta, en su viaje a
Estepona, que al no tener otro barco más cómodo y ligero,
tuvo que viajar en ese barco grande y lento, que se utiliza
con frecuencia, en esta época del año.
Es lo que tenemos hoy, con todo tipo de mediciones y de
previsiones al instante y al milímetro, que se nos llega a
asustar más de lo que, realmente, va a haber.
Vientos, lluvias, tormentas y mal tiempo, es cierto que han
existido pero eso de alerta naranja parece excesivo, a mí,
al menos, me lo parece.
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