OPINIÓN - LUNES, 29 DE NOVIEMBRE DE 2010

El botellón y las normas de convivencia

Aunque la llamada a la responsabilidad de las administraciones sea la que, más a menudo, realizamos los ciudadanos ante problemas sociales, lo cierto es que en ocasiones estos problemas son fruto de comportamientos que todos, de una u otra manera, por acción u omisión, contribuimos a generar. Está bien que se exija a los representantes políticos que ejerzan las funciones que como ciudadanos de un estado democrático delegamos en ellos, pero también es deseable que cada uno aporte su granito de arena. El caso de los problemas generados a muchos por el incivismo de unos pocos con el ‘botellón’, es uno de esos. Tenemos que educar mejor y exigir más a nuestros jóvenes y ser más participativos en la búsqueda común de soluciones.
 

La otra cara de la edificación ilegal

En ocasiones, las desgracias son inevitables y sobrevenidas, pero en otras se ven venir. Algunos vecinos del Príncipe han visto este fin de semana cómo la tierra de un talud se desmoronaba por efecto de las fuertes lluvias caídas el sábado. Pero antes habían tenido que ver también cómo algunas personas “trabajaban” de forma negligente bajo esa montaña de tierra, presumiblemente en una más de las innumerables construcciones ilegales que proliferan en la barriada. Sin orden, sin legalidad urbanística, no puede haber seguridad ni calidad de vida y algunos están convirtiendo este barrio en un lugar inseguro y en casos como del que informamos hoy, con escaleras que terminan en paredes que se desmoronan con la lluvia.