A las solicitudes del Gobierno autonómico para que el Banco
de España reconsidere la decisión de cerrar su sede en la
ciudad se sumará también una “gestión parlamentaria” por
parte de los diputados y senadores tanto de Ceuta como de
Melilla, afectada por los mismos planes de retirada. Para el
senador ceutí Fernández Cucurull, las razones económicas
esgrimidas son “discutibles”, pero la presencia del banco
central nacional en ambas ciudades tiene otras connotaciones
a considerar.
La noticia, conocida la pasada semana, de los planes del
Banco de España para cerrar sus sedes de Ceuta y Melilla ha
movilizado no sólo al Gobierno de la Ciudad, sino que
también tendrá repercursión en la actividad de los
parlamentarios nacionales de ambas ciudades autónomas. El
senador ceutí Nicolás Fernández Cucurull manifestó ayer su
intención de tratar desde hoy mismo este asunto con el resto
de representantes ceutíes y melillenses del Grupo Popular
para promover en el Parlamento “gestiones” tendentes a
evitar la marcha del banco central nacional de las dos
ciudades autónomas.
Los parlamentarios nacionales de Ceuta y Melilla se sumarían
así a iniciativas como la del presidente ceutí, Juan Jesús
Vivas, quien el pasado viernes aprovechó la visita a la
ciudad del vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel
Chaves, para pedirle que interceda con el Banco de España
para lograr la permanencia de la institución. Chaves se
mostró de acuerdo con las razones esgrimidas por Vivas,
quien manifestó que “al margen de las consideraciones
económicas” también las hay “de índole emocional,
psicológica y afectiva”.
En la misma línea, el senador por Ceuta señala que “las
cuestiones económicas pueden ser más o menos discutibles”,
pues el asunto tiene “una parte de racionalidad económica”,
pero “lo que está claro es que aquí hay que tener en cuenta
también otros factores, no sólo ese”.
Además de tener un valor “simbólico”, la presencia del Banco
de España en la ciudad “aporta seguridad, aporta confianza,
y más en un sitio como este, que está separado físicamente
del resto del territorio, y con un país como Marruecos que
mantiene una reivindicación territorial, sin ningún derecho,
pero la mantiene”. “En estos sitios, una presencia
institucional como la del Banco de España es importante”,
subraya el representante de Ceuta en la Cámara Alta.
Una cuestión “política”
En cuanto a las posibilidades de que el Banco de España de
marcha atrás en su decisión, Fernández Cucurull afirma que
“al final se trata de una cuestión política, no sólo
económica y el Gobierno tiene mucho que decir en este caso”.
Así, y aunque se trate de un organismo autónomo, “al
Gobernador lo nombra el Gobierno”, recuerda, para agregar
que “en casos como este hay razones políticas, y que el
Ejecutivo le diga que reconsidere la situación teniendo en
cuenta la singularidad de Ceuta y Melilla no creo que sea
una interferencia en el funcionamiento independiente del
Banco”, concluye.
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