Las cifras del desempleo son más que evidentes a pesar, de
los cambios ministeriales introducidos. El desempleo ha
vuelto a superar los cuatro millones de desempleados a
pesar, de las desinformaciones facilitadas en los últimos
meses por diferentes responsables políticos del Gobierno
presidido por José Luís Rodríguez Zapatero. La reforma
laboral aprobada en solitario por el Ejecutivo socialista,
la finalización de las tradicionales contrataciones del
periodo estival, la subida generalizada de impuestos y
tarifas por servicios esenciales, la disminución en las
remuneraciones de los empleados públicos así como, los
recortes sociales aprobados al principio del verano, han
sido las causas, que han provocado subidas consecutivas en
los dos últimos meses, incrementando la cifra total hasta
los 4.017.763 de desempleados según las cifras aportadas por
el Servicio Público de Empleo.
No obstante, la situación se agrava si añadimos a dichas
cifras el medio millón de personas desempleadas, que no
aparecen en las listas oficiales a pesar de estar inscritas
en el organismo correspondiente. Desempleados demandantes
con disponibilidad horaria limitada y aquellos que se
encuentran realizando cursos de formación. Datos que
situarían la tasa de paro real superando el 20,5% en la
actualidad. Aunque, lo realmente preocupante es la
incapacidad de un Gobierno, que no ha sabido cuantificar
presupuestariamente la cantidad necesaria para hacer frente
a tan lamentable situación.
Con las cifras en la mano, resulta evidente que las
previsiones del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no coinciden
con las de una Comisión Europea seriamente preocupada puesto
que, en otros estados miembros las cifras del desempleo se
han estabilizado o incluso han iniciado un decrecimiento
sustancial. La UE señala que nuestro país es el que mayor
tasa de desempleo mantiene en la actualidad con el 20,5%,
más del doble de la media de la Unión Europea situado en un
9,6%. Por tanto, resulta más que evidente que el Ejecutivo
sustentado por el partido socialista ha gestionado
deficientemente los recursos de un país, que se ha alejado
en los últimos meses de los puestos destacados de la
Champions League de las economías competitivas, situándose
en el número 42 de un total de 139 países.
En definitiva, una vez más comprobamos los resultados
finales tan perjudiciales para los intereses de los
españoles de las políticas chapuceras ejecutadas por un
Presidente del Gobierno, que obligado por las exigencias de
los barones socialista, ha transferido el máximo poder de su
ejecutivo a Alfredo Pérez Rubalcaba, político experimentado
que posibilitó la victoria electoral socialista el 14 de
marzo del 2004, tras elaborar una compleja estrategia
mediática llevada a la práctica durante la jornada de
reflexión, tras los terroríficos atentados en Madrid del
11M. No obstante, la solución a los problemas actuales que
padece la sociedad española sólo pasa por la dimisión de
quien los ha provocado.
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