Hay cosas que n entiendo y, por
supuesto, por más esfuerzo que hago para entenderlas, no hay
forma que me entren en mí cabeza por razonamientos lógicos.
Una de las cosas que no hay forma que la entienda, por más
esfuerzos que hago, es esa enorme protección que tienen los
delincuentes menores de edad, algunos de ellos auténticos
asesinos.
Estos individuos, menores de edad, por no tener la mayoría
de la misma gozan de unos enormes privilegios a la hora de
delinquir e incluso de asesinar, por le simple hecho de ser
menores de edad. ¿Ustedes entienden el por qué tienen esos
privilegios?. Yo no lo entiendo quizás porque mí cerebro,
por esos razonamientos lógicos a los que está sometido, no
lo acepta. Cada cerebro es libre de aceptar o no aceptar
ciertas circunstancias que se le presenten a lo largo de la
vida.
No hace muchos días, uno de los presuntos asesinos de Marta
del Castillo, fue detenido por la policía cuando se
encontraba disfrutando de un permiso, manda…, en un coche
acompañado de sus padres, en una autopista camino de Sevilla
donde tiene prohibida por orden judicial la entrada.
Y uno se pregunta permiso por qué se le da a este
delincuente, presunto asesino de una chica joven. Y,
seguramente, alguno de los entendidos en la materia, me
contestaría que se les da por que así lo dispone la ley del
menor, aunque este individuo sea un asesino. Como soy un
amante de la ley, aunque no esté de acuerdo con esa ley, si
la ley lo dice punto en boca.
Qué deben sentir los padres de una chica o chico asesinado,
cuándo vean pasar por delante de ellos al asesino o asesinos
de su hijo o de su hija. Valor, más que acreditado hay que
tener, para no cometer una locura.
En los EE. UU, unos sicólogos examinan a estos menores
delincuentes o asesinos, y si encuentran que su edad
corresponde a más año que los que refleja su DNI, se le
juzga como a un adulto. Por qué no hacemos aquí lo mismo.
Igual deberíamos cambiar esa ley de menor, y cuando algunos
de ellos cometan un asesinato, enviarlos a un centro de esos
llamados de acogida de delincuentes menores de edad, para
una vez llegado a la mayoría de edad, juzgarlos por ese
asesinato.
Supongamos que un individuo de esos asesinos menores de edad
está en ese centro de acogida durante dos años, y al cumplir
la mayoría de edad los juzgamos por el crimen cometido,
saliéndole una condena de doce años. Como ya ha cumplido en
el centro dos años, lo ingresamos en prisión para que cumpla
el resto de la condena o sea diez años.
Igual, aplicando esta fórmula nos podríamos ahorrar mucho de
esos asesinatos o no asesinatos cometidos por los menores de
edad, que saben que acogiéndose a esa minoría de edad no van
estar mucho tiempo encerrados en un centro de acogida.
Pero si saben que, cuado terminen el periodo de
internamiento en el centro de menores, se sentarán en el
banquillo para ser juzgado como mayores de edad por una
asesinato, a lo mejor la cosa cambiaría mucho. ¿O no?
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