La consejera de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yolanda
Bel, visitó ayer junto al director del 112, Javier Romaguera
y el técnico de ARCE -dependiente de Protección Civil-,
Álvaro Muela, los diferentes “puntos negros” de la ciudad
que se ven “más afectados” cuando se producen
precipitaciones como las que tuvieron lugar ayer.
Las zonas “más preocupantes” para Bel cuando llega la época
de lluvias son sobre todo, la carretera de Benítez-Benzú y
el puente del Quemadero. En el primer caso, la consejera
explicó a este diario que “ya se ha informado a Delegación
de Gobierno” de la necesidad de “prestar atención” a la
ladera que está bajo el centro de menores de Punta Blanca. Y
es que, “la impresión que da es que puede haber algunos
riesgos de desprendimiento, con lo que eso supondría ya que
es la base que sustenta al propio centro”, relata. En cuanto
al Quemadero, se pretenden mejorar las condiciones de
saneamiento -por parte del Gobierno central- y “de
abastecimiento de agua” a través de la Ciudad “porque
todavía no hay una perfecta canalización”. El objetivo es
que Acemsa consiga “suministrar de forma correcta el agua
potable”. Por otra parte, ha habido zonas que han dejado de
ser “problemáticas” cuando hay precipitaciones, como es el
caso del paseo de las Palmeras en el que “se llevó a cabo
una obra que realizó Acemsa y que ha permitido que deje de
ser un punto crítico cuando llueve”, comenta la consejera a
EL PUEBLO.
También en el centro de la ciudad la comitiva acudió a la
avenida Compañía de Mar que “tampoco se vio afectada por las
actuaciones que se ejecutaron y que dieron muy buen
resultado”. Los bajos del Mercado de Abastos se inundaban
con asiduidad y “ahora ya no causan problemas”. La consejera
se personó en el arroyo de Benítez-Guillén y destacó la
importancia de la inversión de “dos millones de euros”
realizada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y
Marino a través de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir.
Otro punto que “todos los años” solía causar problemas era
el del arroyo Juan de Viera que en esta ocasión “no se ha
visto afectado”. Los polígonos del Tarajal tampoco se han
inundado esta vez ya que “Acemsa realizó la canalización de
pluviales y residuales en esta zona por un importe de
500.000 euros y, como se ha podido corroborar, ha dado
resultado con esta cantidad de lluvia”. Por último, la
consejera visitó ya durante la tarde la barriada de San
Amaro, en la que se ubica una “antigua balsa militar” para
ver cómo está la situación y “tomar medidas” en el caso de
que “pudiera afectar a las viiviendas”, concluye.
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