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OPINIÓN - SÁBADO, 27 DE NOVIEMBRE DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

No me gustan las comparaciones porque de ellas dicen, y con razón, que son odiosas. Sin embargo comprobando la situación actual en los colegios, no digo en todos sino en alguno de ellos, me lleva a pensar que los alumnos de antes marcan una notable diferencia con los actuales, en preparación y en educación.

Antes los alumnos se conocían España de punta a punta, sus ríos, sus afluentes, sus cordilleras, sus montañas, sus ciudades y las características de cada una de ella. Hoy, por la situación en la que vivimos, convertida España en varias Autonomías, sólo se preocupan de conocer sus Comunidades Autónomas, a las que algunos de sus mandas le han metido en la cabeza que son naciones, mostrando un desconocimiento total sobre el resto de España, que es la única Nación que existe.

Los alumnos de antes, algunos de los cuales habían recibido el par de correspondientes palmetazos por parte de sus maestros, con el paso del tiempo recuerdan a sus maestros con un gran cariño, y sin sentirse traumatizado por ese par de palmetazos que hasta, alguno de ellos, reconocen que de no haber sido por ese par de palmetazos no hubiesen conseguido ser lo que hoy son en la vida. Y es que, el arbolito se endereza desde chiquitito, si necesidad de añadir eso que le han dado por decir a los progres de pacotilla “que la letra con sangre entra”.

Y si alguno de esos alumnos llegaba a casa diciendo que el maestro le había dado un par de palmetazos o le había mandado un castigo, lo mejor que le podía esperar era un par de cachetes del padre de turno porque, para los padres, los maestro siempre llevaban razón.

La cosa ha cambiado muchísimo. Hoy los alumnos no sólo no reciben castigo alguno, ni siquiera repetir los deberes o hacer cuatro copias de la lección de la que no sabían nada, sino que si al maestro por un suponer, y es mucho suponer, se le ocurre ordenarle copiar par de veces esa lección que no saben, cundo el niño llega a casa y lo comenta, toda la familia, padre, madre, tíos, primos y demás parientes, acuden rápido al colegio para pegarle al maestro, que ha tenido la desfachatez de castigar al niño de sus amores.

Eso si contar, esos nenes que falto de educación alguna, atacan a los maestros entre el aplauso de otros nenes de su calaña, para grabarlo en el móvil y después colgarlo en Internet, como si el asunto de pegarle a un maestro fuese una gran proeza realizada por todos estos mal educados por decirlo de una forma fina.

Se ha perdido el principio de autoridad, no sólo en esto de pegarles a los maestros, sino en todos los órdenes de la vida, donde ese principio queda relegado a un segundo término, dando paso a la protección de quienes no merecen protección alguna.

En los momentos actuales, no sólo se ha perdido el principio de autoridad, se ha perdido la disciplina y, sobre todo, la educación base importantísima de la cultura del individuo dentro de la sociedad.

No quiero hacer comparación alguna, pero si me tengo que quedar con alguno de los dos casos, sin dudarlo me quedo con la cultura, la educación y el principio de autoridad.
 

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