La Cátedra ‘Manuel de Falla’ del Centro de Cultura
Contemporánea organizó ayer un concierto, en La Sala Café
Club, del grupo femenino ‘Four Women Gospel’. A pesar de ser
un estilo musical interpretado, de forma habitual, por
cantantes negros, el conjunto ha sabido hacerse un hueco en
el panorama musical gracias a una mezcla que incluye tesón y
voces deslumbrantes. Los espectadores lo pasaron en grande.
Conny Resch lo tiene claro. Allá por donde el grupo ha
actuado, que incluye escenarios tan importantes como el
Kursaal de San Sebastián, el éxito ha sido arrollador. Ella
forma parte del cuarteto ‘Four Women Gospel’ que ayer trajo
una fórmula novedosa a Ceuta. El conjunto musical presentó
un directo cargado de energía: “Este tipo de música va
directamente a las vísceras, sin pasar previamente por el
cerebro. La energía que tiene el gospel no es comparable a
ningún otro género músical”, señalaba Resch en sus
declaraciones a EL PUEBLO.
El grupo, que se fundó hace seis años, sólo ha cambiado a
una de sus integrantes desde sus inicios y éstas son las
únicas personas presentes encima del escenario: “Nosotras,
además de cantar, también tocamos el piano. No nos acompaña
ningún otro músico. El directo es, casi en su totalidad,
acústico. Las voces son las protagonistas”, afirma con gran
orgullo Resch. Entre los temas incluidos, destaca el más
representativo del gospel: ‘Oh happy Day’.
Sin embargo, las intérpretes tratan de darle a las canciones
su sello personal, más alejado del tono religioso, “Hay
versiones en los que el tema espiritual se ha dejado de
lado. Sin embargo, en otros hemos querido mantenerlo. Muchas
veces depende de lo que nos venga bien o de lo que nos
transmita en un determinado momento”, reconoce la soprano.
Con la llegada inminente de la Navidad, ‘Four Women Gospel’
tiene más trabajo que nunca. Además, el grupo presenta un
nuevo trabajo, dedicado especialmente a las fiestas
navideñas, donde interpreta villancicos navideños de gran
tradición.
‘Four Women Gospel’ sale de la tónica habitual del género
sin descuidar lo que importa en definitiva: el talento.
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