El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y el
delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, mantuvieron ayer al
fin la reunión que llevaban días programando para hablar
sobre los disturbios que el mes pasado protagonizó un grupo
de vecinos del Distrito V de Melilla. El encuentro de
Imbroda y Escobar se prolongó durante una hora en una
conversación cordial, aunque terminaron sin llegar a un
acuerdo respecto al origen del conflicto que terminó por
reventar hace unas semanas en la Cañada de Hidum y otros
barrios periféricos.
De hecho, al término de la reunión y en declaraciones por
separado, ambos seguían manteniendo su postura inicial
respecto a los disturbios del Distrito V. Así, el delegado
del Gobierno insistía en que el problema se debía a las
reivindicaciones sociales que los vecinos de la Cañada le
hicieron llegar en una reunión el mes pasado, que tenían que
ver con la necesidad de un plan de dinamización integral en
el barrio. En definitiva, más limpieza, higiene, políticas
sociales y obras que mejoren las infraestructuras y
seguridad vial, como la eliminación de barreras
arquitectónicas, un mejor asfaltado y la implantación de
instalaciones deportivas.
Imbroda, minutos más tarde, negó la versión de Escobar y
aseguró que el problema de los disturbios estaba ocasionado
fundamentalmente por las elevadas tasas de paro que soporta
Melilla, especialmente en colectivos como los jóvenes y las
mujeres. En concreto, Imbroda recordó que él también se
había reunido con los vecinos tras los disturbios de la
Cañada, y le hablaron de los planes de empleo y la
publicación de la lista de seleccionados, en la que sólo
había plaza para 1.500 de los más de 10.000 parados que hay
en Melilla.
“Esa desilusión y frustración dieron lugar a aquello”,
subrayó Imbroda, que insistió en que los planes de empleo no
son “una solución definitiva”, sino que deben ser tomados
como una medida temporal mientras se acomete una solución
“estructural”.
En este sentido, Imbroda aprovechó la reunión con Escobar
para pedirle que todas las políticas del Gobierno central en
Melilla vayan encaminadas a la creación de puestos de
trabajo estables para intentar salir del grave problema de
desempleo. Sin embargo, lamentó que “no hay los mimbres
suficientes para que el paro baje”.
También le pidió que el PSOE y sus socios parlamentarios,
como IU, apoyen la enmienda que el PP ha presentado en el
Senado para hacer más planes de empleo en Melilla por valor
de 15 millones de euros. Imbroda consideró que, en caso de
que se aprobaran, serían un complemento de las partidas que
ya hay aprobadas para el año que viene, lo que supondría
alrededor de 1.500 plazas más: “Si se pudiera hacer, seguro
que sería una satisfacción enorme para los vecinos”.
En su opinión, sería de justicia que se aprobara dicha
enmienda, ya que el PP votó a favor de la planteada por el
PSOE de tres millones de euros y estaba de acuerdo con la
que iba a presentar IU para acciones de empleabilidad.
Además, recordó los 700 millones de euros que el Gobierno ha
destinado al País Vasco para planes de empleo, a pesar de
que Melilla “tiene más problemas” de paro que esa región.
La falta de acuerdo respecto al Distrito V fue tan evidente,
que incluso ambos responsables mantuvieron discrepancias
respecto a los términos de la conversación, ya que el
delegado dijo haber ofrecido la posibilidad de crear un
grupo de trabajo para hablar de los problemas sociales de
aquellos barrios, e Imbroda negó que se hubiera planteado
tal mesa de trabajo.
El único acuerdo
El único acuerdo al que llegaron Imbroda y Escobar en su
reunión fue que el director provincial del SPEE, Joaquín
Arana, y el presidente de Promesa, José María López Bueno,
mantendrán reuniones periódicas para coordinar los futuros
cursos de formación para desempleados. En este sentido,
Escobar recordó que el Gobierno destinará el año que viene
20 millones de euros para políticas activas de empleo en
Melilla.
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