Una de las singularidades de la calle Velarde siempre ha
sido el concurrido ‘Bar Casa Bravo’, donde se podía degustar
unas exquisitas bolas de patata rellenas de carne, una
magnífica carne mechá así como una gran variedad de
bocadillos y tapas todas ellas caseras. Tras su desaparición
hace ya varios años, el antiguo local donde se ubicaba ‘Casa
Bravo’ no volvió a brillar hasta la pasada noche, cuando
José Rodríguez, alias ‘El canijo’, abrió las puertas de su
‘posada’ a la ciudadanía ceutí.
‘La Posada del canijo’, nombre de este nuevo bar levantado
en la emblemática esquina de la calle Velarde, congregó la
pasada noche del miércoles, durante su inauguración, a
cientos de ceutíes que quisieron acercarse para degustar una
gran variedad de tapas y raciones de gran calidad y de
confección casera.
El joven empresario ceutí confesaba a EL PUEBLO que debido a
los aparcamientos subterráneos que están construyendo en la
zona del Polígono Virgen de África, se vió obligado a cerrar
el bar que allí poseía ‘El Desván del Canijo’, y que ese
cierre sumado a más de diez años trabajando en la noche
ceutí ha desencadenado que finalmente haya decidido
trasladarse hasta el centro de Ceuta y continuar ofreciendo
su buena comida casera.
José Rodríguez aseguró que ‘La posada del canijo’ está
pensado como local de tapa aunque también posee numerosas
raciones tanto de pescado, como de carne y gran variedad de
ensaladas.
Para dar cabida a más clientela, este joven empresario a
ampliado el local y ha conseguido montar dos salones
comedores donde poder congregar más público que pueda
degustar sus variados platos.
Rodríguez destaca que junto a él trabajan dos personas más:
un cocinero y otro camarero, y que entre los tres buscarán a
diario sorprender a los clientes que se acerquen hasta el
local con el fin de que queden contentos y sigan repitiendo.
Dentro de la extensa carta de raciones y tapas, todo
realizado con productos del día, ‘El canijo’ destaca como
especialidad el ‘Solomillo al desván’ y también la ‘Ensalada
al desván’, aunque no quiso olvidarse de las deliciosas
croquetas caseras de puchero que realiza su madre para el
bar.
Pese a estar especialmente enfocado a ser un bar de tapas,
este abre sus puertas a las ocho de la mañana para poder
ofrecer desayunos a los trabajadores de la zona y así se
mantiene abierto de forma ininterrumpida hasta bien entrada
la noche, por lo que además de poder almorzar o cenar,
también se puede merendar.
José Rodríguez destaca que de momento se trabajará de lunes
a domingo, cerrando solo los domingos por la tarde,
comentando entre risas que estamos en crisis y que hay que
aprovechar el tiempo para ganar dinero si se puede. Además
haciendo alusión a esta crisis, destaca que los precios
tanto de las bebidas como de las raciones y las tapas está
ajustado para que todo el mundo pueda acudir al local y
disfrutar de una agradable velada sin ver seriamente dañada
su economía, por lo que podría decirse un ‘bar anticrisis’.
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