El propio Banco de España informó ayer por medio de una nota
de prensa de su intención de reestructurar su red de
sucursales con el objetivo de “mejorar la eficiencia en el
uso de los recursos económicos y humanos”. La Comisión
Ejecutiva del Banco ha confirmado también el acuerdo del
cierre, con fecha efectiva de 31 de mayo del próximo 2011,
de las 7 sucursales “con menor actividad de las 22 que están
operativas actualmente”, entre las que se encuentran, además
de la de Ceuta, las de Melilla, Logroño, Pamplona, San
Sebastián, Santander y Toledo. De esta manera, a partir de
junio de 2011 la red de sucursales se extenderá por 15
ciudades: Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, A Coruña,
Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Sevilla,
Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
En el caso de Ceuta y Melilla, el Banco de España prevé
“abrir conversaciones” con las entidades de crédito para
establecer un sistema de depósito de billetes propiedad del
Banco que “garantice un suministro de billetes de la misma
calidad y coste que el vigente hasta el momento actual”.
La plantilla de las siete sucursales que cerrarán está
compuesta por 58 trabajadores que podrán solicitar el
traslado a las sucursales más cercanas en las que existan
vacantes -en el caso de Ceuta las de Málaga y Sevilla- o a
Madrid. Esta operación no implica, según ha asegurado el
Banco de España, ningún despido. El propio banco ha abierto
un proceso de negociación con los sindicatos para alcanzar
un acuerdo sobre las modalidades precisas de esta adaptación
laboral.
El Banco de España ha explicado que los ciudadanos ya
disponen de cauces alternativos para sus servicios como el
correo postal o Internet que “no hacen necesaria” la
presencia fiscal en la sucursal para ciertos trámites.
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