LUNES. 15
Hacía ya cierto tiempo que no se me presentaba la
oportunidad de hablar con Luis María Fernández Delgado.
Y hoy me lo encuentro en la calle y hablando de fútbol. Y no
tengo el menor inconveniente en sumarme a la conversación.
Cuando decidimos poner fin a la charla, sentimos la
necesidad de tomar el aperitivo. Y allá que lo hacemos en
lugar adecuado. Luego, nos vamos a comer. Elegimos el
restaurante Bugao, sito en la calle Independencia número 15.
Nos atiende Paco Sánchez Navarro y comemos de dulce.
Comida regada por un vino zamorano: de nombre ‘Victorino’.
Durante la comida, se habla de todo un poco: de política, de
fútbol, de romances, de la vida en general. En fin, que,
cuando nos queremos dar cuenta, son las seis de la tarde. Y,
sin embargo, nos resistimos a abandonar el comedor. Comedor
coqueto donde los haya y que invita a permanecer en él
cuanto más tiempo mejor. Hugo Ruiz Aguilar,
propietario del restaurante, tiene el detalle de saludarnos
y de contarnos cuestiones relacionadas con la cocina del
establecimiento y adelantarnos las mejoras que en ella se
van a producir muy pronto.
MARTES. 16
Decido darme una vuelta por el Parador Hotel La Muralla. Me
agrada sobremanera tomar la copa de mediodía. En ocasiones,
en vista de los años que casi todos los empleados llevan en
el establecimiento, me pongo a recordar con cualquiera de
ellos cuestiones relacionadas con el pasado del hotel y de
quienes lo frecuentaban. Hoy le toca a Pepe Sánchez
atender la barra. Y no tenemos el menor inconveniente en
charlar de cuanto se va encartando acerca de ese pasado al
que él accedió a su empleo siendo un adolescente. En ese
momento aparece Julio Peguero, director deportivo de
la Asociación Deportiva Ceuta. De manera que se nos presenta
la oportunidad de hablar distendidamente sobre temas
futbolísticos. Y, cuando nos queremos dar cuenta, resulta
que han pasado ya casi dos horas. Es la segunda vez que he
tenido la oportunidad de pegar la hebra con Peguero: la
primera fue en Rota, durante la pretemporada, si bien en
aquella ocasión nos limitamos a saludarnos. Hoy, sin
embargo, hemos disfrutado intercambiando impresiones de un
deporte en el que el onubense sigue siendo profesional de
valía, mientras yo veo los toros desde la barrera. Que es
una buena posición. Tan buena como para ver los problemas de
cualesquiera equipos con el sosiego suficiente como para
opinar sin el menor asomo de interés particular. Debo decir
que me lo pasé la mar de bien hablando con el director
deportivo de la ADC. Por cierto, Peguero fue quien me
adelantó que el sustituto de Vidakovic era José
González y no David Vidal; entrenador preferido
por los aficionados gaditanos.
MIÉRCOLES. 17
Caminata matinal. Escribo la columna por la mañana. Dedicada
a Juan Vivas, debido a que una encuesta de Merco
Ciudad nos ha vuelto a decir un año más que es el alcalde
más valorado de España. Oigo en la radio que hoy se cumplen
12 años de la muerte de Fernando Quiñones, gaditano del 31 y
calificado por Jorge Luis Borges como “un gran escritor de
la literatura hispánica de nuestro tiempo o, simplemente, de
la literatura”. Autor de 56 libros de poemas, narrativa y
estudios literarios y de flamencología. Así que hoy, en
cuanto termine de escribir estas líneas, acudiré a los
anaqueles de mi modesta biblioteca para coger un libro de
relatos que nunca me cansaré de leer. Y es que relatos como
Legionaria, La seguiriya sin cabeza o ahí en la cama está el
maestro, El testigo, El noroeste, El final, son merecedores
de ser leídos una y mil veces. Hoy, pues, la mejor manera de
recordar a FQ, tan celebrado en la escritura de Caballero
Bonald, es leyéndolo.
JUEVES. 18
Quedo con Ángel Muñoz para hablar un rato, ya que
hemos estado casi tres meses sin apenas vernos. Debido a que
la Asociación Deportiva Ceuta le ha exigido estar mucho
tiempo en el club y, cómo no, viajando. Son las dos y media
de la tarde cuando el gerente de este periódico se presenta
en el sitio donde nos hemos citado. Llega acompañado por
José Antonio Muñoz, quien, tras permanecer unos minutos
con nosotros, decide marcharse. Así que, durante la comida,
tenemos Ángel y yo tiempo más que suficiente para darle un
repaso a cuantos asuntos son de nuestro interés. Bien
políticos, periodísticos, personales, o futbolísticos. Y,
desde luego, no tenemos el menor inconveniente en concederle
vía libre a la sinceridad de nuestros comentarios. De modo y
manera que ésta nos permita saber a ciencia cierta lo que
pensamos acerca de cuestiones que a ambos nos conciernen. Y
que, aunque las analicemos desde posiciones distintas, los
dos tenemos el mismo deseo de que toda empresa llegue a buen
fin. En un momento determinado, quizá cuando estábamos a los
postres, tuvimos la oportunidad de saludar a Aurelio Puya. Y
el ex alcalde, a una pregunta mía, no tuvo ningún reparo en
respondernos. Por tal motivo, es decir, por arriesgar tanto
Puya, me veo obligado a silenciar su contestación.
VIERNES. 19
Fue en diciembre del 2009, cuando felicitábamos en estas
páginas a Mohamed Alí Amar “Nayim” por haber sido
fichado como segundo entrenador por el Real Zaragoza. Equipo
que acababa de nombrar a José Aurelio Gay como primer
técnico. Los dos ex jugadores del equipo aragonés, tras un
trabajo complicado, lograron salvar del descenso al conjunto
maño. Y, por lo tanto, se hicieron acreedores a continuar
una temporada más en el banquillo de La Romareda. Pues bien,
al cabo de un año, Nayim ha renunciado a su cargo por la
destitución de su compañero Gay, debido a que el equipo
comenzó mal la temporada y mal anda. Nayim, por lo que hemos
leído, ha podido continuar en el club. Aunque no lo ha hecho
por respeto a Gay. Que fue quien le ofreció el cargo de
segundo entrenador. Nayim y Gay volverán a trabajar juntos.
Y, sin duda alguna, obtendrán los éxitos que merecen ambos
técnicos.
SÁBADO. 20
Hay en la ciudad un tipo que gusta de estar en todas las
salsas. De no ser protagonista jamás desdeña un puesto entre
la comparsería. No hace falta escribir su nombre. Pues con
decir que lleva muchos años arrogándose la facultad de poner
y quitar gobiernos, de manejar a los políticos, o de
hacerles la vida imposible a los delegados del Gobierno, la
gente sabe inmediatamente a quién me estoy refiriendo.
Nuestro hombre, en cuanto se aproximan unas elecciones, sean
éstas las que sean, se pone bravucón. Y comienza a cundir
amenazas. E incluso atenta contra personas que no han dejado
de favorecerle por estar convencidas de que así serían
respetadas. Craso error. Porque está comprobado, tras muchos
años de repetir las mismas tropelías, que el tipo del cual
hablamos suele disfrutar de lo lindo dañando la imagen de
los que más le ayudaron. La culpa no es de él –del bravucón,
quiero decir-, sino de los que, en cuanto finaliza la
campaña electoral, vuelven a compartir con el individuo mesa
y mantel y hasta le permiten proclamar que si siguen en sus
cargos se debe a que así lo quiso él. Los cobardes, sin
excepción, del género neutro son. El pareado, como pueden
ver, me ha salido bordado y con retranca.
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