La Administración local invertirá 1.050.000 euros en el
reasfaltado y refuerzo del firme de las carreteras y calles
de su competencia. Las actuaciones se van a realizar “con
carácter inmediato” con el objeto de que después de Navidad
se puedan desarrollar las obras, informó la portavoz
accidental del Gobierno, Mabel Deu.
El Consejo de Gobierno dio luz verde ayer a la nueva
inversión de la Ciudad para la pavimentación de diversas
calles y barriadas por valor de 1.050.000 euros, cifra que
incrementa en un 40% el presupuesto inicial, de 600.000
euros. La portavoz accidental del Ejecutivo local, Mabel Deu,
informó de que el inicio del contrato de las obras se va a
realizar “con carácter inmediato con el objeto de que
después de las festividades de Navidad y Reyes se puedan
desarrollar todas las obras de pavimentación que se han
aprobado”.
Las zonas en las que se invertirá este dinero -”recogido en
el Plan de Inversiones”- serán García Aldave, Marina
Española y Rampa de Abastos, calle Linares, los alrededores
del colegio Santa Amelia, guardería infantil Amor Fraterno,
Teniente Coronel Gautier, Recinto y Serrano Orive, la curva
de la cantera de Benzú, Fuente de los Perros, calle Espino,
intersección de República Argentina, y “zonas varias” de la
carretera del Monte Hacho, San Antonio, Pozo Rayo y Parques
de Ceuta. En cuanto a las barriadas en las que se trabajará
serán las de Miramar Bajo, Juan XXIII, Villajovita,
Varela-Valiño y Parques de Ceuta.
Las actuaciones que se llevarán a cabo serán las del
“refuerzo del firme”. En el mes de julio la portavoz del
Gobierno, Yolanda Bel, explicó la necesidad realizar una
actuación de “evaluación y valoración” de la situación en la
que se encuentran las diferentes carreteras y calles que son
competencia de la Ciudad Autónoma. Por ello, el objetivo
fundamental que se marcó fue el de que este nuevo plan de
Fomento no supusiera perjuicio ni “para el tráfico rodado ni
el de personas en su tránsito diario por las calles de la
ciudad”.
La intención del Ejecutivo es que las actuaciones se
“acometan lo antes posible” pero siempre con el beneplácito
de los “técnicos” que “serán los que digan y exijan a las
empresas adjudicatarias los plazos de ejecución que son
reales y necesarios en cada una de las vías”, argumentó Bel.
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