Un año de prisión, por el delito de resistencia grave a la
autoridad, y 500 euros por dos faltas de lesiones a los
agentes de Unidad de Intervención Policial (UIP) han sido
las penas dictadas por la titular del Juzgado de lo Penal
número 1 para el encargado de una de las naves del polígono
del Tarajal, al que acusaron de atentado y para el que el
Ministerio Fiscal solicitaba una pena de un año y seis meses
de cárcel.
Los hechos se produjeron el 17 de enero de 2008 en el
exterior de una nave próxima al paso del Biutz. Según lo
declarado por los agentes durante el juicio, el pasado 13 de
octubre, los clientes de dicho establecimiento intentaban
colarse en dicho cruce con el consiguiente riesgo de
provocar una avalancha sobre los porteadores. Motivo por el
cual los policías requirieron al propietario de la nave para
que saliese de la misma y desalojase a los compradores.
Ante la negativa de este, “entramos para detenerle y se
resistió, agarrándose a la puerta del local y propinándonos
puñetazos y patadas. Así que tuvimos que llamar a los
compañeros para que nos ayudaran. Cuando conseguimos
detenerlo y dejar que lo calmasen, lo dejamos esposado”,
explicó uno de los policías en calidad de testigo. Sin
embargo, la versión del acusado fue completamente diferente.
Según este, los agentes entraron “imponiendo” que todas las
personas abandonasen el lugar y “yo no podía salir porque
estaba solo y no podía dejar el negocio”. Otro de los
comerciantes de la zona también argumentó en dicho juicio
encontrarse en el exterior y ver cómo los policías “pegaban
al hombre”, motivo por el que la defensa recurrirá la
sentencia.
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