La Fundación Forja XXI ha decidido dejar “por decisión de
los técnicos” la cubierta de uralita que contiene amianto
tras la reforma de su nueva sede en el Almacén de la Rampa
de Abastos. Según informa el coordinador en Ceuta, Arturo
Fuentes, se ha cubierto con poliuretano y el amianto, a
pesar de ser un material tóxico, se ha dejado “inerte”.
Además, se ha colocado una mampara de fábrica ordinaria para
proteger este material.
La Fundación Forja XXI ha decidido dejar el techo de uralita
-que contiene amianto- del Almacén de la Rampa de Abastos,
inmueble que se ha convertido en su nueva sede en Ceuta. A
pesar de que el pasado mes de enero se informara de que se
había contratado a la empresa Dragados para llevar a cabo la
retirada de un material que en su manipulación es tóxico,
“los técnicos vieron inconvenientes”, explica a EL PUEBLO el
coordinador de la Fundación en la ciudad, Arturo Fuentes.
“En el momento en que se iba a retirar la uralita, se
decidió que lo mejor era dejarla inerte”, continúa Fuentes,
ya que “si se quita la uralita supone además de un perjuicio
para el medio ambiente, un problema para la persona que la
quita, ya que puede ser dañina o cancerígena”, explica.
Además, “después hay que depositarla en un sitio concreto
porque puede perjudicar al medio ambiente”. Por ello, la
actuación final ha sido realizar un “tratamiento aplicado de
poliuretano” que ha llevado “un proceso de edificación” y
que ha dejado a esta cubierta de uralita de la Rampa de
Abastos “completamente donde estaba pero con esta capa que
la aísla tanto del interior como del exterior”.
Además, Fuentes insistió en que “se ha puesto también una
mampara de fábrica ordinaria que intensifica aún más el
aislamiento. Se pensó en esa opción porque los técnicos la
vieron como la más válida”, continúa.
La legislación sobre amianto está desarrollada por el Real
Decreto 396/2006 de 31 de marzo en la que se establece la
obligatoriedad de realizar un diagnóstico de amianto en
edificios e instalaciones antes del derribo, mantenimiento o
reforma en los mismos. Por ello “la identificación deberá
quedar reflejada en el estudio de seguridad y salud o en el
estudio básico de seguridad y salud” a que se refiere otro
Real Decreto, el 1627/1997.
El incumplimiento de esta prescripción es una falta muy
grave, según apunta la página web de Ingeniería y Control
Ambiental -ICAM-, y que está penada por la Ley de
Infracciones y Sanciones del Orden Social. Sin embargo,
desde Forja XXI se asegura que, a pesar de que la cubierta
de uralita siga presente en el edificio, no supone ningún
problema ya que se encuentra “inerte” y no causa ningún
problema a la salud de los empleados.
La última retirada de amianto que se llevó a cabo en Ceuta
tuvo lugar el año pasado en el cuartel de las Heras, donde
personal especializado llegó a la zona para retirar el
material tóxico. A nivel nacional, se han importado un total
aproximado de casi 3 millones de toneladas de amianto puro,
lo que supone una prueba de la magnitud de su utilización
antes de conocer los riesgos para la salud. Este material se
usaba además en más de 3.000 productos industriales y
comerciales. Los usos más destacados han sido para la
construcción, industria y productos de gran consumo.
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