Las elecciones catalanas se han
iniciado con cierta virulencia ente algunos partidos,
refiriéndose a sus contrincantes o a los que suponen que les
pueden hacer sombra en estas elecciones.
Todos deben saber, y si no los saben es porque no quieren
saberlo, que el único partido político a batir es CIU, que a
pesar de lo que dicen las encuestas, en esas que no creo
hasta que no se cierran los colegios electorales y sale el
ministro del Interior dando los resultados, que le faltarán
nueve escaños para conseguir la mayoría absoluta, me da la
sensación, nada extraña, que serán menos escaños los que va
a necesitar CIU para tener esa mayoría absoluta.
Quizás, por considerar que el enemigo a batir, en estos
comicios es CIU, no entiendo muy bien toque todos los
ataques del partido socialista se lancen contra los
populares, cuando estos tienen menos opciones de ganar las
elecciones catalanas, de que mí me toque la primitiva,
teniendo en cuenta que nunca juego a ella,
Bien es verdad, según dicen los entendidos en el asunto, que
los populares van a experimentar un aumento importante en la
intención de voto, O sea, que van a salir mejor librado que
nunca en estos comicios que se celebrarán el próximo día
veintiocho. Pero, vamos, aunque con ese aumento de votos, no
conseguiría gobernar ni de broma. Por todos ello, no
entiendo el ataque desmesurado de los socialistas a los
populares.
CIU, digan lo que digan la encuestas, será la ganadora de
estos comicios por mucho que Montilla venga diciendo que van
a ser ellos los ganadores del los mismos. Los milagros se
suceden muy de tarde en tarde. Y que usted ganara no sería
un milagro sino un auténtico “milagrazo”.
El tripartito no ha dejado un buen sabor de boca entre los
catalanes y eso lo va pagar muy caro en estas elecciones.
Tiempo al tiempo. Todos los componentes del tripartito van a
poder comprobar, en estas votaciones, el sentir hacia ellos
del pueblo catalán. Los errores en política se pagan a muy
alto precio.
Tan alto va a ser el precio que ERC va a caer en picado.
Vamos si antes al referirme a ellos, en estas próximas
elecciones, les decía que iba a hacer el próximo congreso en
un vespino y les sobraría sitio para poner un estanco.
Ahora me atrevería a decir, después de conocer tal y como
van los datos de las personas entendidas en esto de la
política y las elecciones que, después del día veintiocho,
el próximo congreso lo van a hacer en una bicicleta si el
sillón trasero.
Algunas de las acciones de ERC, durante su mandato al frente
desgobierno catalán, no han sido muy brillantes que digamos,
más bien todo lo contrario.
Y eso tiene un precio que hay que pagar, sin posibilidad
alguna que se produzca un milagro, a pesar de que uno de sus
miembros, en un alarde, de no se qué, se pusiera una corona
de espinas.¡Mira que estaba gracioso el muchacho”. Estaba
más gracioso que cuando se fue a regalar preservativos o a
dar dinero para la defensa de un idioma que hablaban tres o
abrir ¡que arte!, una embajada en Paris, nombrando a su
hermano embajador.
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