No creo que haya sido otra cosa lo que ha hecho que el
Ceuta, en Almería, haya dado la peor imagen y haya hecho el
peor partido de lo que va de temporada, ante uno de los
equipos que, en teoría, parecía accesible.
Sin lugar a dudas, la semana había sido muy movida y, sobre
todo, se cambió mucho de ambiente, por lo que no creo que, a
la hora de saltar al terreno de juego del campo “Juan
Rojas”, de Almería, supieran muy bien donde estaban.
Una sombra
Es como se comportó el Ceuta en Almería, sin la garra y la
estructura de días pasados, y con una serie de desajustes,
especialmente, atrás que no parecía ser el mismo equipo que,
con solvencia, entrega y buen juego, ocho días antes, había
ganado al Real Murcia y había convencido a todos los
aficionados de Alfonso Murube.
Y no se encontró el Ceuta un ambiente enrarecido en el campo
Juan Rojas, ni tampoco hostil, porque por no haber, apenas
había espectadores.
Al final, esta falta de acople terminó en ese 1-0, no sé si
justo, pero al menos fue válido, a favor de los almerienses.
Gol en propia meta
Es lo que nos faltaba en esa mañana futbolística y llegó en
el minuto 12 del segundo tiempo, cuando Cañas marcaba, en
propia puerta, lo que era el 1-0 a favor de los almerienses.
Para entonces ya se había jugado una primera parte aburrida,
sin entrar, de verdad, en el partido, ninguno de los dos
equipos, con mucho patadón y con constantes imprecisiones,
por la falta de orden y de saber donde estaban los
jugadores, sobre el terreno de juego.
El Almería llegaba con dificultades al área de Nauzet y el
Ceuta parecía llegar más, pero sin peligro. Amagaba poco y
no daba casi nunca, es lo que había.
El “pistolero” valenciano
Me refiero al colegiado del encuentro, el valenciano Ángel
Enrique Sanz, que en pocos minutos, al final mismo del
encuentro, parecía haberse vuelto loco, sacando cartulinas,
contra el Ceuta.
Llegados a este punto, no sé si podríamos considerarlo como
el pistolero tarjeteril o el repartidor de felicitaciones en
las fiestas que se van avecinando.
En los minutos finales, como si fuera movido por un resorte,
enseñó la tarjeta amarilla a Gilson Silva, minuto 87,
Baigorri, en el 88 y Zamora, ya en el descuento, minuto 91.
Menos mal a que estábamos al final que si quedan más minutos
amonesta incluso al cámara de la televisión.
Semana con sobresaltos
No fue sólo el Ceuta el que tuvo un traspiés esta semana,
pues otros equipos de los que, en teoría, deberán estar
arriba, también tuvieron su tarde negra.
Así el Real Murcia no lograba más que un punto en casa, al
Cádiz se le escaparon los tres, el Betis tampoco anduvo fino
, con lo que el Melilla, uno nuevo, se une al grupo de los
que aspiran a todo, mientras el Sevilla Atlético se destaca
y el Cádiz, de momento, se marcha de la zona de play off.
Hay mucho tiempo por delante, pero los puntos perdidos con
equipos chicos son los que luego pueden traer dolores de
cabeza.
Y el domingo el Yeclano
Nuevo en esta plaza. Muy accesible, en teoría, pero
incómodo, al menos, lo fue para el Polideportivo Ejido, en
Yecla y no creo que el viaje les vaya a resultar tan
atractivo como para ser capaces de llevarse una victoria de
aquí.
Ahora, la semana va a ser más tranquila, no habrá copa, no
habrá viajes, todos los preparativos los tendrá que hacer
aquí y ni siquiera van a poder poner como disculpa el mal
estado del terreno de juego, porque Alfonso Murube está a la
altura de los mejores campos, ahora mismo, en cuanto al
terreno de juego se refiere, con un césped bien cuidado que
habrá que seguir cuidándose para no tener problemas en esos
meses que tanta falta hace un terreno de juego en buen
estado.
Los tres puntos del domingo son, más que necesarios,
imprescindibles para el Ceuta.
La descoordinación
Hemos pensado varias veces en la descoordinación del Ceuta
el pasado domingo y, realmente, no sabríamos a qué poderlo
achacar, porque no es que Aridane estuviera incómodo, que lo
estuvo, y desacertado en la parte derecha. No es que el meta
Nauzet anduviera más que flojo o que Javi Navarro – que no
fue el peor- no estuviera tan certero como en días pasados,
es que nadie cogió el sitio. ¿Por qué?.
Posiblemente, el entrenador tendrá las claves de lo que pasó
y lo que no debe volver a pasar, pero todos tendrán que
rebobinar y ver como estuvieron en Almería, peor de lo que
hubiera sido necesario.
El Almería es poca cosa
A pesar de eso, especialmente, en la segunda parte salió más
enchufado, al darse cuenta del naufragio del Ceuta, frágil
por todas partes, que pasó apuros, de verdad, y sólo se
enmendaron, en parte, con los tres cambios que hizo el
entrenador del Ceuta, pero que no bastaron para dar la
vuelta al marcador, ni siquiera en esos instantes finales,
en los que el corazón iba por delante de la cabeza.
Una salida baldía a un campo del que tendrían que haberse
traído algo. Con todo, si cada año tiene que haber un
partido tonto, cuando menos el Ceuta ya lo tuvo en Almería,
a otros les tocará en otra parte.
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