Es lo que veo en esa espera de
Navidad en “buen estado de salud” por parte de los
jugueteros, en Ceuta.
No cabe la menor duda de que los niños quieren jugar, y cada
vez quieren tener más cosas de las que les enseñan en las
pantallas de las televisiones, pero incluso ahí, en la
televisión, parece que no hay demasiada alegría a la hora de
presentar los nuevos juguetes.
Y es que la situación económica, al menos la que por aquí se
respira, no es, ni de lejos, la mejor como para hacerse
ilusiones de que la campaña va a ser interesante.
Más vale que nos equivoquemos, pero si el niño, es cierto,
está deseando tener el juguete más bonito, el padre, hoy por
hoy, no está en las mejores condiciones para comprarlo, con
lo que muchos de los juguetes deseados se quedarán, en las
estanterías, sin más.
Para las empresas que se dedican a la venta de juguetes, la
campaña de compra ya ha empezado hace tres meses. En el mes
de septiembre, para que todo marche en regla, ya tenían la
mayor parte del material en sus estanterías, muchos se pasan
horas y horas, ante el televisor para ver cual de los
juguetes que él tiene es el que más sale en la pequeña
pantalla y, a partir de aquí a esperar.
Está claro que el optimismo es lo que hace a las gentes
mirar con ilusión al futuro y pensar que ese futuro será
mejor que lo pasado.
Así es y así interpretan muchos de los jugueteros la campaña
que está empezando a caminar y que esperan y desean que sea
mejor, en ventas, que la del año pasado.
Y en todo esto hay en juego, cuando menos, dos partes, una
primera la del niño o la niña que dice:”¡¡ Yo me lo pido, y
eso también!!”, a lo que, posiblemente, llegue la segunda
parte con la respuesta del padre o de la madre:” Todo no lo
podemos traer a casa, porque no cabe en tu habitación”.
Situaciones contrapuestas y una de ellas maquillada para que
el nene no se quede con la impresión de la tacañería de los
padres, de Papá Noel o de los Reyes Magos.
Estamos a falta de algo más de un mes para la entrega de
esos regalos a los niños, cada año más anticipados al día 24
de diciembre para que puedan disfrutar de los regalos más
que si llegan el día de los Reyes Magos, porque se avecinan
a ellos las clases.
Las estanterías están a tope, los juguetes son, cada día,
más bonitos, al menos en los escaparates, pero como la
cartera, en los tres últimos años ha ido menguando. Si uno
se pone a hacer conjeturas, seguro que se habrá equivocado y
al final de campaña ni se ha acercado lo que ha vendido,
respecto a lo que él pensaba que podría vender.
Y lo que me parece un optimismo desmesurado o una forma de
engañarse a sí mismos es el hecho de que se piense y se lo
crea uno mismo que:”la crisis se nota menos en Ceuta que en
la Península”.
Seamos sensatos, en Ceuta depende de en qué zona de la
ciudad y en la Península depende en qué ciudad y en qué
parte de cualquiera de las ciudades.
En lo que sí estoy de acuerdo con los jugueteros es en que:”
aunque la situación sea dura, los padres se vuelcan con sus
hijos en estas fechas”.
Eso es cierto, aunque no del todo, se intentan volcar, pero
cuando el paro se está agotando, por ejemplo, todo el deseo
de volcarse con unos buenos juguetes para sus hijos, se
retrae más de lo que quisieran, porque no hay de donde poder
tirar.
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