La Parroquia de los Remedios es el lugar de encuentro de los
miembros de ‘Renacer’, la asociación de alcohólicos de la
ciudad. Cada martes y viernes, estos supervivientes
comparten su historia. Una vida marcada por el consumo de
alcohol, una enfermedad que sólo es posible combatir con
voluntad y mucha paciencia. El apoyo de los más cercanos
también es fundamental para evitar recaídas.
Pepe y Antonio hablan con mucha emoción. Conmueve el
esfuerzo que han realizado en los últimos años. Saben que el
alcoholismo les va a acompañar toda la vida pero han
aprendido a vivir con ello. Son dos personas que, como la
asociación a la que pertenecen, han vuelto a renacer.
Pepe llegó a ‘Alcohólicos Anónimos’ por propia voluntad,
“Acudí cuando ya estaba derrotado, veía que la vida se me
rompía por momentos. Ahora puedo ir con mi mujer a todas
partes y también con mis hijos. Estoy contentísimo”.
En este punto de su relato, las lágrimas empiezan a llegar a
los ojos de Pepe pero sigue adelante, como lo ha hecho
siempre, “hace 18 años me retiré un poco del grupo y por
hacer esto, tuve una recaída. Pero tuve voluntad para
volver. En esta enfermedad no hay medicinas ni doctores.
Aquí lo único que vale es escuchar la voz del compañero que
te cuenta su historia y también que me escuchen”, explica.
Y para escucharlo también está Antonio, otro de los
miembros. Está agradecido a la asociación, “sin el apoyo de
mis compañeros no lo hubiera logrado”, reconoce.
Tiene mucho que contar pero empieza por el momento clave, el
instante preciso en que tocó fondo, “vivía de forma
exclusiva para el alcohol. No aceptaba que tenía un
problema. Un día contemplé a mi hija agarrada al vestido de
su madre y me preguntaban qué habían hecho ellas para
merecer esa vida. Decidí que jamás volvería a permitir una
situación así”, señala.
A diferencia de su compañero, Antonio no ha tenido nunca una
recaída, “jamás he perdido el contacto con el grupo. Me he
creado una responsabilidad. Asumo que nunca podré beber como
una persona normal. El alcohólico es alcohólico para
siempre. Nunca bebo en ningún evento, el alcohol ya me lo
bebí todo”, relata.
Como componentes veteranos de las asociaciones de
alcohólicos, Antonio y Pepe muestran un objetivo común:
“Nuestra misión ahora es ayudar a otros a alcanzar lo que
nosotros tenemos. Hemos conseguido que nuestra familia
vuelva a confiar. En nuestras casas reina la felicidad y el
buen ánimo. Somos privilegiados y otros deben saber que, con
voluntad, el alcoholismo se puede superar”.También admiten
que con esta enfermedad no valen consejos, “por mucho que te
diga tu familia eres tú el que debe tomar la decisión de
abandonar la bebida. Luego la familia debe apoyarte pero si
tú no dices en voz alta que tienes un problema, no hay nada
que hacer”.
En ocasiones, el alcohólico es imperceptible para la
sociedad tal y como le ocurrió a Antonio, “yo era una
persona perfectamente normal de cara a la galería. Más allá
de mis allegados, nadie percibía el infierno. Me comportaba
bien. Pero en cuanto tenía la oportunidad me transformaba y
no paraba de emborracharme. Hay que tener cuidado con eso”,
advierte.
Día contra el alcoholismo
Para hoy, se prevén varios actos para conmemorar el ‘Día
contra el abuso del alcohol’. La consejera de Sanidad y
Consumo, Adela Nieto, tiene previsto ofrecer una rueda de
prensa a las 11:30 horas.
Asimismo, a las 18:00 horas, el presidente de la Ciudad
Autónoma, Jesús Vivas, junto a la consejera de Sanidad
recibirá en su despacho a representantes de autoescuelas
ceutíes que promueven la campaña: ‘Hoy no conduzco yo’.
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