La impermeabilización del barranco de las Cuevas se
encuentra en un proceso avanzado para el próximo traslado de
los 500.000 metros cúbicos de residuos procedentes del
antiguo vertedero de Santa Catalina. La superficie que se
repoblará, y que se incluye en el nuevo proyecto, será de
20.000 metros cuadrados a repoblar.
La impermeabilización de la vaguada de las Cuevas, en la
zona de Santa Catalina, ha comenzado Tras la realización de
estos trabajos, se llevará a cabo el traslado de la basura
del antiguo vertedero para posteriormente tapar la zona y
convertirla en un espacio con vegetación. Así se conseguirá
resolver una de las mayores problemáticas medioambientales,
objetivo fundamental cuando se inició el proyecto, diseñado
por el arquitecto Jorge Chaves.
En la vaguada se depositarán 500.000 metros cúbicos de
residuos y la superficie a repoblar es de 20.000 metros
cuadrados. Parte de la vegetación retirada del barranco
también se reutilizará como compost para la repoblación
tanto del barranco como del parque que se construya sobre el
basurero. Con este traslado, el vertedero se quedaría de la
cota de los años 70 del pasado siglo, cuando comenzó a
usarse.
Obra de envergadura
La colocación de las capas de impermeabilización se llevará
a cabo con materiales que garantizan el total aislamiento de
los residuos cumpliendo las estrictas normativas europeas y
españolas, y en concreto, el Real Decreto 1481/01. Sobre
esta impermeabilización se ha previsto una capa drenante de
grava, con tubos porosos para la recogida de lixiviados en
cada una de las plataformas realizadas durante la
excavación.
El sistema de recogida finalizará en la balsa de lixiviados
situada aguas abajo, dimensionada para recoger la máxima
precipitación diaria y conectada de forma directa con la
Estación Depuradora. Los residuos se sellarán además con
varias láminas impermeables, un geotextil con sistema
drenante de lluvia y por último, una capa final de
vegetación. Por otra parte, la repoblación vegetal tendrá
objetivos ecológicos y paisajísticos, como la integración y
ocultación de vistas poco estéticas, además del control de
la erosión de las superficies desnudas generadas por las
obras
Tal y como adelantó EL PUEBLO el pasado 2 de abril, el
parque dispondrá de 66.500 metros cuadrados. Las obras, con
un presupuesto de 7,8 millones, comenzaron después de Semana
Santa. El plazo de finalización de la misma fue situado por
Vivas en el mes de mayo en 12 ó 14 meses. En lo que se
refiere al tratamiento paisajístico del terreno, éste se
hará de forma que se enriquezca estéticamente el entorno,
conformado visualmente desde el mar y el litoral peninsular,
es decir, un hilo de referencia de la ciudad, explicaba en
el mes de abril Chaves. Entre los elementos del patrimonio
histórico que se integrarán en el parque, se encuentra el
Garitón de Santa Catalina, uno de los Bienes de Interés
Cultural (BIC) que forman parte del Recinto Fortificado del
Hacho.
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