El doctor del área de Neumología de la hospital
universitario de Ceuta Leopoldo Domínguez habla de la manera
de tratar las distintas enfermedades respiratorias que
sufren algunas personas. La más común de todas ellas es la
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, más conocida como
EPOC, y que según explica el Doctor Domínguez, en el año
2020 será la tercera causa de muerte en el mundo. Además
insiste en que el mensaje que se lanza desde este área es el
abandono del hábito tabáquico, y en el cumplimento de los
tratamientos que se aplican a los pacientes, para que se
alargue esos años de supervivencia desde el momento en el
que se diagnostica la enfermedad.
Pregunta.- ¿Cuándo se considera que una enfermedad es
terminal?
Respuesta.- De una forma generalizada, se considera
enfermedad terminal a aquella enfermedad avanzada, con un
pronóstico de vida inferior a seis meses, sin posibilidades
razonables de respuesta al tratamiento específico. Esta
situación, como es lógico, se acompaña habitualmente de gran
impacto emocional, no sólo en el paciente, y la familia,
sino también en el propio equipo terapéutico. Dentro de las
patologías respiratorias y excluyendo el cáncer de pulmón,
este concepto de “enfermedad terminal” tal vez deberíamos
cambiarlo por el de “enfermedad respiratoria avanzada”, es
decir es aquella enfermedad que se caracteriza por una
insuficiencia respiratoria global severa e irreversible
presentando como síntoma principal la disnea, esa falta de
aire que aparece ya no sólo durante la realización de
ejercicios de mínima intensidad sino incluso en reposo.
Evidentemente esos seis meses de vida pueden verse
prolongados en la patología respiratoria a 12-24 meses
gracias a la confluencia de diversos factores como son los
avances tecnológicos de los que disponemos, así como también
con unos cuidados domiciliarios bien estructurados que nos
permitan no sólo hacer el seguimiento más directo de estos
paciente sino también aplicar y suministrar los diferentes
equipos técnicos necesarios que permitan prolongar esa
supervivencia.
P.- Dentro de las enfermedades pulmonares, ¿cuál es la más
común?
R.- Entre estas patologías, podemos considerar la EPOC
(Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), como el gran
paradigma de estas patologías ocupando precisamente gran
parte de la ponencia que presenté en las jornadas sobre
paliativos de la semana pasada. Tenemos que considerar que
la EPOC presenta una prevalencia en España de mas del 10% de
la población con edades comprendidas entre 40 y 80 años
siendo la EPOC la única causa importante de muerte que ha
aumentado de forma significativa en los últimos años y
teniendo la previsión de que para el año 2020 sería la
tercera causa de muerte en el mundo. De hecho, se estima que
en España mueren aproximadamente un millón y medio de
españoles al año por esta causa, registrando cada vez más
casos de mujeres afectadas por esta enfermedad y esto no se
debe a otro motivo que al aumento del habito de fumar entre
la población de sexo femenino.
P.- ¿Cómo se detecta esta patología?
R.- Primero detectar síntomas que el gran fumador no los
valora, es decir, lo lógico es no tener tos, no tener
expectoración matinal, pues para el gran fumador lo habitual
es que se levante tosiendo, hasta que se fuma su primer
cigarro y eso se calma, pues esto son síntomas iniciales de
una bronquitis crónica, una EPOC. O a nivel de la disnea,
son pacientes que van andando al ritmo de otra persona de su
misma edad y ellos ven que se casan antes, son síntomas que
no estamos valorizando, son síntomas que ellos mismos
justifican diciendo “no esto es del tabaco”, pues es el
tabaco lo que le está produciendo una enfermedad ya crónica
y que va a ir creciendo, y que le va a ir consumiendo.
P.- ¿Qué ofrece el área de neumología de este hospital?
R.- Infelizmente son muchas las patologias respiratorias que
podríamos incluir en estas Enfermedades Respiratorias
Avanzadas/terminales, así también podríamos hablar de
aquellas patologías englobadas en las llamadas Neumopatías
del intersticio y que vienen muchas de ellas desembocando en
un proceso de fibrosis pulmonar que en definitiva vienen a
impedir el correcto intercambio gaseoso. Podríamos incluir
en este grupo también otras a las enfermedades a niveles de
enfermedades neuromusculares que en muchos casos terminan
falleciendo por problemas de insuficiencia respiratoria
crónica, como podemos referir la Esclerosis Lateral
Amiotrófica. Su incidencia sobre todo recae en personas
jóvenes entre 30 a 40 años de edad y la supervivencia de
ellos, oscila desde los dos hasta siete años siendo un corto
porcentaje los que consiguen sobrevivir mas de 10 años
después de la fecha de diagnóstico. Otra podríamos mencionar
la Fibrosis Quística, al tratarse de la enfermedad
hereditaria más frecuente y letal de la raza blanca,
enfermedad multisistémica pero teniendo la afectación
pulmonar como causa de muerte. Estos avances técnicos vienen
a conseguir aumentar y mejorar la supervivencia de estos
pacientes; digamos que hasta no hace muchos años esta
enfermedad tenía una mortalidad muy elevada en edades muy
jóvenes, actualmente estamos superando esta barrera gracias
a distintos medios como la administración de antibióticos de
amplio espectro a través de equipos de aerosolterapia que
tratan las sobreinfecciones que son la principal causa de
muerte de estos enfermos. Además tenemos la posibilidad de
ponderar incluso un trasplante pulmón en estos casos si así
lo requieren.
P.- ¿Y el transplante de pulmón se puede llevar a cabo desde
este hospital?
R.- No, evidentemente no. En las enfermedades pulmonares
crónicas la unidad de Neumología es la que lleva el eje de
estos pacientes, su seguimento, evolución y aquellos casos
que pudieran ser subsidiarios de trasplante pulmonar son
remitidos a Unidad de Trasplante de referencia que en
nuestro caso es la del hospital de Córdoba.
P.- Volvamos a la EPOC que es de las más frecuente, ¿qué
mensaje se lanza desde este área?
R.- Desde el área de Neumologia del hospital Universitario,
al igual que en cualquier otra unidad neumológica del país,
intentamos inicialmente insistir en la prevención
evidentemente, que nunca es tarde para dejar de fumar. Una
vez ya establecida la enfermedad evidentemente no podemos
ofrecer la cura puesto que es una enfermedad crónica, pero
sí es cierto que con el abandono del hábito tabáquico,
aunque la enfermedad ya esté establecida, la evolución, la
progresión se conseguiría retardar consiguiendo incluso
recuperación parcial de su capacidad respiratoria. En esta
patología influye una buena alimentación, reforzar la
rehabilitación respiratoria, que el paciente ande, que haga
ejercicio de forma controlada y aeróbica. También debemos
insistir en conseguir buen cumplimiento de las indicaciones
terapéuticas dadas.
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