Si hay algo que, a estas alturas,
me pueda sorprender, y muy especialmente en el mundo de la
política es la posición que ha adoptado Juan Vivas, él que
nunca se sale de su recto camino, al referirse a Aróstegui,
en los años que el político-sindicalista, intentó dejarse
ver como si fuera el “Oráculo de Delfos” para asuntos de
Ceuta.
Y hay algo de lo afirmado por Juan Vivas que no comparto,
eso de que lleva 30 años Aróstegui metido en estos
tinglados. Creo que Juan Vivas, aquí, ha sido generoso y le
ha dado cuatro o cinco años de más experiencia a Aróstegui.
Y digo esto porque en 1986 el tal Aróstegui ni era nadie en
política, en Ceuta, ni se le conocía en esa faceta, por lo
que comparado con otros que han estado y algunos siguen
estando, es un simple advenedizo en este terreno.
En todo lo demás, Juan Vivas ha dado en el centro de la
diana, porque no ha habido, no hay y dudo que en el futuro
haya alguien que haya podido medrar tanto, sin hacer nada, y
sin haber aportado absolutamente nada positivo para esta
Ciudad, a la que cada día perjudica más.
Personajes como el político-sindicalista lo único que hacen
es desprestigiar el nombre de esta ciudad y arruinar los
pequeños negocios que pueden ir surgiendo, como el que yo
citaba, hace pocos días, de la mismísima Gran Vía.
Y ahora comenzará la “pre-campaña”, con vistas a las
elecciones de mayo, y el político-sindicalista lleva
haciendo encaje de bolillos para poder estar en la Ciudad,
aunque sea de cartero.
¿Quién va a ganar con su llegada, si es que logra un
escaño?.Ganar, únicamente él, todos los demás, incluido el
PP, saldrán perdiendo.
Y digo incluso el PP, porque tener en la Asamblea un sujeto
como éste lo primero que ocasionará será que el tiempo,
mucho, que se debiera gastar para atender ciertos asuntos,
habrá que perderlo en atender sus “augurios”, cuando no sus
memeces.
Perderá la Ciudad porque en una legislatura que necesitaría
una total unión, estar con Aróstegui dentro, será tener
dividida la institución.
Perderá, una vez más, el PSOE, equipo del que en su día se
sirvió y al que ha traicionado posteriormente, y al que ha
puesto todo tipo de zancadillas, para que no pueda prosperar
demasiado.
Y quien más va a perder, más que entre todos los demás
juntos, es la UDCE de la que tratará de servirse para llegar
a la Asamblea, a la que humillará una vez que lo haya
conseguido y a la que con su presencia en esas siglas
quitará un elevadísimo números de votos, de una clientela
que era de UDCE, y sólo de ese grupo político.
Sin entrar en más detalles, hay mucho tiempo para ello,
queda claro lo que va a significar es que, después de 16
años fuera de la institución, se agarre a “un clavo
ardiendo” para volver a ser alguien ahí.
Nuestra calificación a personajes de este tipo es la de ser
unos arribistas, que no tienen miedo al ridículo, que no
colaboran por algo positivo y que toda su labor “de zapa”
está en tratar de que nada progrese. Esa es su táctica, en
cualquiera de los terrenos que toque.
Si en otras facetas las elecciones de suyo serán reñidas,
desde la perspectiva del político-sindicalista serán
grotescas.
|