Fasi Fihri ha tenido que admitir que la información
difundida hace unos días por la agencia oficial de su país
(MAP), en la que se aseguraba que la policía española había
matado a un ciudadano marroquí la pasada semana en unos
disturbios en Melilla, “quizá no sea veraz” y no se disponen
de pruebas que lo confirmen.
Los dos ministros se han felicitado por que, a pesar de los
incidentes que a veces surgen entre ambos países, como los
de este verano en la frontera de Melilla, “no haya tabúes”
en el “fecundo” diálogo que España y Marruecos han mantenido
en los últimos años.
Tasi Fihri ha destacado el deseo de reforzar aún más la
cooperación en áreas como la inmigración irregular y la
lucha contra el narcotráfico.
Como muestra de la voluntad de afianzar esa amistad, Fasi
Fihri ha anunciado que el nuevo embajador de Marruecos en
España, el saharaui Ahmedu Uld Suilem, se incorporará a su
puesto antes de fin de año. El puesto de embajador está
vacante desde hace 8 meses.
Respecto al contencioso del Sahara, Jiménez ha puntualizado
que España no apoya ni la posición de Marruecos a favor de
un plan de autonomía para la ex colonia, ni la del Frente
Polisario, que rechaza la anexión y exige la celebración de
un referéndum para avalar la independencia.
El ministro marroquí ha reclamado un acuerdo “realista”, que
no pasaría por la consulta popular al no ser una obligación
que imponga la ONU.
Fasi Fihri no ha hecho referencia a las aspiraciones de
Marruecos sobre Ceuta y Melilla y ha hablado de un posible
viaje a su país en próximas fechas del vicepresidente
primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba,
quien ya estuvo en Rabat el pasado mes de agosto.
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