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Una vez más las administraciones
públicas representadas en Ceuta han sabido medir con
excelencia, más allá de colores políticos y filosofías de
trabajo, las reales necesidades de una ciudad mermada en un
asunto tan trascendental como la Educación. La visita del
ministro Gabilondo, hoy todavía en nuestra ciudad, no ha
hecho sino reilusionar a todos los sectores implicados
porque, dijo, hay proyecto y economía para mejorar la
política educativa en la ciudad. Algo que se espera con
verdadero anhelo teniendo en cuenta las cifras negativas en
las que se mueve el territorio. La colaboración entre
gobierno local y central será parte de los compromisos
tendentes a la mejora esperada. Las futuras generaciones
están en juego.
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OPINIÓN / EDITORIAL
