Equilibrio presupuestario, unas previsiones realistas,
mantenimiento del gasto social, un impulso a los servicios
públicos y esfuerzo propio en inversión pública son las
señas de identidad del borrador de presupuesto presentado
por el Gobierno de Ceuta, “austeros” que cumple con el
compromiso de reducción del déficit y que se cierra en poco
más de 286 millones entre los 250 millones del Ayuntamiento
y los poco más de 36 de las distintas sociedades.
“Podría haber sido peor” advirtió el consejero de Hacienda
durante la presentación del borrador de los presupuestos
para 2011 que, desde ayer inicio su proceso de tramitación
administrativa. La previsión del Gobierno durante los años
precedentes, en los inicios de la crisis, con políticas de
contención del gasto desde 2008 “han logrado que sólo se
produjera ahora un descenso moderado”, dijo Márquez, sobre
el resultado final de las cuentas públicas que sufren una
disminución del consolidado del 6,75% respecto del
presupuesto en 2010. Este año el consolidado se sitúa en los
286’68 millones de euros y en el ejercicio anterior se sumó
306 millones, lo que representa una reducción de casi 20
millones de euros con el objetivo de reducir el déficit.
“La elaboración del documento ha sido extraordinariamente
complicada, pero hemos concluido el proceso con un grado de
satisfacción adecuado”, ha señalado Márquez quien recordó
que el trabajo se inicio en el momento de la ejecución del
de 2010. Repitió que fruto de la coyuntura nacional de
crisis que afecta a todos los sectores y a las
administraciones públicas, Ceuta no iba a quedar exenta, por
eso resaltó convenientemente las decisiones “prudentes,
adecuadas y sensatas” adoptadas esta legislatura en forma de
planes de contención del gasto y de maximización de ingresos
para haber podido cuadrarlo “conforme a las premisas
establecidas por el presidente”, dijo.
Las directrices
Tal y como avanzó EL PUEBLO las directrices establecidas por
el Gobierno para estos presupuestos se basaban en cuatro
pilares: equilibrio presupuestario, es decir, no recurrir al
déficit público (no préstamos) para compensar la reducción
de los ingresos; realismo en las previsiones adaptándose a
las proyecciones estatales sobre el crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) y la inflación; no aplicar cargas
fiscales ni aumentar la presión de los impuestos; y mantener
el “pulso inversor y el nivel del gasto social” para
dinamizar la economía a base de inversión pública y atender
convenientemente a los ciudadanos afectados por la crisis.
Problemas
El equipo de Hacienda ha trabajado sobre la base de los
problemas “reales” que se encontrarán en 2011 como la “caída
generalizada de los ingresos corrientes”, así como una caída
de ingresos por concepto de Ipsi de unos 3’5 millones de
euros, más la reducción de las transferencias del Estado. En
este punto la compensación del Ipsi caerá en unos 4’5
millones de euros y unos 2’12 millones en políticas
sectoriales, es decir, más de 6 millones de euros menos.
Además de ello, y fruto a la política de ‘equilibrio
presupuestario’ no se recurrirá al déficit público, por lo
que no se contarán con los 15 millones que podrían haberse
recibido por estas operaciones de deuda.
La suma de lo que deja de disponer la Ciudad por estos
conceptos alcanza los 21 millones de euros. Un ejercicio de
laboriosidad y esfuerzo para destacar que, como consecuencia
de ello, era necesario recortar en el gasto corriente de
áreas afectas a la cultura y al ocio, a la comunicación y
publicidad, a las subvenciones deportivas y también a las
remuneraciones de los altos cargos y el personal de
confianza de la administración local para este ejercicio de
2011.
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