El equipo de investigadores de la UCA del Abrigo y la Cueva
de Benzú comenzará una nueva etapa de estudio a partir del
15 de este mismo mes. El estudio se centrará en las terrazas
marinas y en los depósitos continentales. Además, en esta
campaña los arqueólogos contarán con la ayuda del director
del Instituoto de Estudios Ceutíes, Simón Chamorro, quien
aportará su conocimiento sobre la geomorfología ceutí.
El equipo arqueológico que ha estudiado durante estos
últimos ocho años el Abrigo y la Cueva de Benzú, comienza
“en la segunda quincena” de este mes el estudio de
“geoarqueológico que se centrará en las terrazas marinas y
en los depósitos continentales”, explica a este diario uno
de los co directores del proyecto y profesor de la
Universidad de Cádiz, José Ramos. “Se estudiará a nivel
geográfico el entorno de Benzú y en cuanto a altitud, desde
la propia costa hasta el mirador de Isabel II y las montañas
del perímetro fronterizo”, afirma.
El objetivo de estas nuevas excavaciones “es localizar
depósitos geoarqueológicos y cuaternarios con su asociación
de productos líticos o de la época, sobre todo paleolíticos
y neolíticos”. Estas actuaciones se enmarcan en el “proyecto
del Abrigo y Cueva de Benzú” y la responsabilidad en este
año de la prospección corre a cargo de Darío Bernal, Eduardo
Vijande y el propio José Ramos.
El profesor de la UCA también destacó que “este año es muy
importante” la colaboración del director del Instituto de
Estudios Ceutíes, Simón Chamorro. “Se ha colaborado con él
desde hace mucho tiempo ya que tiene un amplio estudio sobre
las terrazas marinas y continentales de Ceuta. Esta
información será muy importante para este estudio”. Estos
estudios van a “complementar” los conocimientos del Abrigo y
de la Cueva “para ver el poblamiento y todos los aspectos
paleoecológicos como la transformación de la vegetación o la
fauna en relación a las ocupaciones humanas en estas épocas,
desde 300.000 años a.C. hasta el Holoceno”.
El equipo de estudio estará formado “por investigadores y
estudiantes de la Universidad de Cádiz”. Ramos destacó al
geólogo Salvador Domínguez Bella que “ayudará en todos los
aspectos de materias primas”. Además, se ha finalizado “toda
la documentación administrativa” con la Ciudad ya que hay un
convenio con la Consejería de Educación, Cultura y Mujer.
“Todos los trámites están listos y se renueva el convenio
entre la Ciudad y la UCA y todo va muy bien”, destaca Ramos.
El equipo también está continuando con los trabajos de la
Memoria que servirá como “síntesis de todo el proyecto donde
los resultados de este año también se enmarcarán junto con
toda la información que se ha ido adquiriendo sobre todo del
Abrigo”, recalca.
Por lo tanto, el equipo “anda muy ilusionado y se tienen
esperanzas de encontrar nuevos hallazgos en el propio Benzú”.
Sin embargo, “no es tanto hablar de la espectacularidad del
hallazgo de otra zona, sino que lo que es importante es la
edición paleoecológica, que es de gran interés”. El orden
cronoestratigráfico -por estratos y por épocas- “intenta
integrar un proceso histórico cronológico con la propia
secuencia Cuaternaria de la zona, es decir, depósitos de
formaciones de terrazas”. Y es que “ha habido una amplia
transformación de la geografía y la costa ha cambiado mucho.
Además, hay arroyos y pequeños ríos que han ido dejando
depósitos que tienen una gran información para estos temas”,
concluye.
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Tres tesis sobre los yacimientos de la Cueva y el Abrigo
verán la luz en los próximos meses
La primera tesis sobre el Abrigo y
la Cueva de Benzú será del nuevo co director de las
excavaciones junto a Darío Bernal y José Ramos, Eduardo
Vijande. Tal y como explicó a este diario Ramos, ya es “de
inminente lectura”. Además, están avanzando “dos tesis más”,
la de Juan Jesús Cantillo que versa sobre los recursos
marinos tanto del Abrigo como de la Cueva y la de Antonio
Cabral sobre los niveles paleolíticos de la Cueva en
relación con la Cueva del Ángel de la localidad de Lucena en
una comparación de la tecnología de las dos orillas y que
dará luz sobre la unión entre ambas.
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