Tres años de cárcel fue la pena solicitada ayer por la
representante del Ministerio Fiscal en la ciudad para una
mujer que ocupó el banquillo de los acusados por un delito
de robo con intimidación del que se declaró inocente. La
defensa, por su parte, pidió al titular del Juzgado de lo
Penal número 2 la absolución de su cliente insistiendo en
que la denuncia sobre ella “era por celos sentimentales”.
Los hechos ocurrieron el 20 de agosto de 2009 en uno de los
callejones de las naves del Tarajal cuando, al parecer, a la
denunciante le robaron su bolso “a punta de navaja”. Según
esta, “se me arrimó por la espalda y me agarró por la
cintura con un cuchillo, o una navaja o un objeto punzante
envuelto en un pañuelo y me amenazó con que si miraba y no
le daba el bolso, me pinchaba”, declaró la presunta víctima.
La acusada, sin embargo, negó la autoría de los hechos e
insistió en defender que en dicha fecha “yo me encontraba
con el ex marido de ella, que es primo de mi marido, y se
acercó al coche en el que íbamos y me insultó. De hecho, su
problema son los celos porque está convencida de que
mantengo una relación con su ex pareja”, relató la imputada.
Tanto a las preguntas de la fiscal como de la defensa, la
denunciante concluyó confesando que no había visto el objeto
cortante y que nunca había conocido a la imputada pero
“pasados los días me la volví a encontrar por las naves y me
amenazó si yo denunciaba. Intenté que, por las buenas, me
diese el bolso, pero se negó y la volví a denunciar”.
Versión que, por supuesto, la procesada negó argumentando
que vivía en Marruecos y que siempre iba acompañada por su
marido.
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