El Gobierno de la Ciudad presenta hoy su borrador de los
presupuestos generales para 2011 después de que el consejero
de Hacienda los de a conocer en el Consejo extraordinario de
Gobierno que se celebra esta mañana para el inicio de
procedimiento de tramitación. Unos presupuestos donde la
inversión pública y las políticas sociales han tratado de no
verse sometidos al periodo de crisis actual. El dictamen del
CES posterior devolverá a la Asamblea el borrador para su
exposición pública.
El consejero de Hacienda y Recursos Humanos presenta esta
mañana al Consejo de Gobierno el borrador del Presupuesto de
la Ciudad Autónoma para 2011. Se trata de una sesión
extraordinaria en la que se dará inicio al proceso de
tramitación una vez se apruebe el envío del documento al
Consejo Económico y Social para que este órgano consultivo
emita su preceptivo dictamen.
En el proceso, una vez que el CES dictamine, el borrador de
los presupuestos volverá al Consejo de Gobierno para ser
aprobados como proyecto. A partir de ahí el documento se
remitirá a los grupos políticos con representación en la
Asamblea para que presenten sus objeciones, y se publicará
en el BOCCE. Los ciudadanos tendrán quince días hábiles para
examinarlos y presentar sugerencias.
En esta tramitación el proyecto de presupuestos, después de
cumplirse el plazo de quince días, será tratado en la
Comisión Informativa antes de someterse a la aprobación del
Pleno de la Asamblea en el transcurso de una sesión
extraordinaria y monográfica, tal y como se recoge en el
Reglamento.
Presupuestos difíciles
El consejero de Hacienda, Francisco Márquez de la Rubias
adelantó a EL PUEBLO el pasado mes que éstos “han sido los
presupuestos màs difíciles de redactar de nuestra historia
autonómica”, básicamente por la reducción de aportaciones
estatales como consecuencia de la reducción del déficit que
ha afectado considerablemente a los números con los que ha
tenido que trabajar el gobierno local
“No se hacia nada fácil el confeccionar el borrador de
presupuesto para nuestra Ciudad Autónoma”, en función de
esas circunstancias, recordaba Márquez. “Todo el equipo de
Hacienda ha trabajado intensamente desde hace meses.
Iniciamos el proceso en mayo y hemos tenido que emplearnos a
fondo para cumplir con las directrices que el Presidente
Vivas nos dio”, comentó el consejero. Unas directrices
claras basadas en que se mantuviera en los márgenes posibles
la inversión pública como elemento creador de empleo y
dinamizador de nuestra economía, y entre otras, dijo, “que
no se vieran afectadas las políticas sociales directas
dirigidas a los colectivos más necesitados de atención, que
prosiguiéramos con el ritmo de extensión en calidad y
alcance de los servicios públicos, y que hiciéramos un
esfuerzo por la austeridad y la eficiencia en el gasto”.
Reto complicado
“Ha sido un reto muy complicado, creo que han sido los
presupuestos más difíciles de redactar de nuestra historia
autonómica, pero puedo avanzar que el resultado espero que
se considere satisfactorio”, señaló el responsable de
Hacienda del Gobierno autónomo.
Sin embargo, advirtió que “todos deberemos esforzarnos” ante
las restricciones que se producen en este borrador. Por un
lado, “el gobierno en la buena administración y gestión, la
sociedad civil comprendiendo las nuevas circunstancias en
las que nos encontramos, y la oposición también, puesto que
tiene una oportunidad de demostrar que es una opción
constructiva y responsable y que sabe dejar de lado la
demagogia en tiempos difíciles para Ceuta”.
A partir de las 10’30 horas de hoy, Márquez de la Rubia
comparecerá ante los medios de comunicación para dar cuenta
de los detalles más concretos de este proyecto de
presupuestos. Se referirá claramente a unas cuentas que
cumplirán las directrices marcadas por el presidente y que
no abandonan la inversión pública ni las política sociales
pese a la crisis. Por un lado para mantener el esfuerzo
inversor con el objetivo de dinamizar la economía ceutí y no
abandonar a las economías más necesitadas de aquellos
ciudadanos a quienes la crisis ha marcado considerablemente.
Eso y restringir los gastos para adaptarse a los criterios
de austeridad.
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