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OPINIÓN - DOMINGO, 31 DE OCTUBRE DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Sentimientos y pensamientos

Por  Julio de Antón


Albert Ellis, 1913-2007, EE.UU, considerado por muchos como el padre de las terapias cognitivas conductuales , identificó doce pautas erróneas de pensamiento que suelen darse entre personalidades patológicas, a saber : necesidad de ser amado por todos ; la consideración de que uno tiene que ser eficaz en todas las materias y en todas las ocasiones; o la creencia de que la felicidad es algo eterno. Según Ellis estos pensamientos son irracionales, catastróficos y tienen que ser modificados mediante el convencimiento irracional de tales creencias. En esta línea Aaron Beak, 1976, señaló que los errores más frecuentes en esos individuos son inferencias arbitrarias, abstracción selectiva, sobregeneralización, magnificación y minimización.

Albert Ellis ha mantenido en sus discursos que pensar y sentir son procesos que se entrelazan y pueden hasta identificarse, mimetizarse, por tanto aconseja eliminar diálogos internos, irracionales, que conducen a sentimientos negativos (miedo, tristezas, ira). Por ello propone y escribe que reconocer un modo irracional de pensar produce sentimientos negativos, añadiendo que “si pienso bien y se siguen sentimientos buenos, buena conducta; si pienso bien y se siguen sentimientos malos, mala conducta; si pienso mal y se siguen sentimientos malos, conducta indeseable; y si pienso mal y se siguen sentimientos buenos, sentimientos inexplicables”.

Una fase de la terapia de Albert Ellis consiste en detener los pensamientos negativos dirigiéndose a si mismo a través de la palabra “basta” o concen-trarse en un objeto delicado o vivencias felices, enlazando con el axioma de que la cognición y afectividad están vinculadas en las relaciones humanas, concluyendo que cuando se fractura el equilibrio de pensar y sentir las e-mociones se enmascaran o sobresalen.

Por tanto pensar y sentir son procesos que tienden a coincidir. No es cuestión banal preguntar a los sentimientos por ciertos estímulos, personas o conductas singulares. Consecuentemente convendría cambiar los diálogos internos y eliminar así sentimientos negativos y/o pensamientos de ese cariz. De ahí la conveniencia de reconocer ciertos modos irracionales de pensar e interpretar diálogos internos, y no vivir con temores, recomendando a quien es sujeto de los mismos a la promoción de stop/detener pensamientos negativos que destruyen la personalidad.

Y además, los sentimientos se aprenden, luego pueden ser modificados. En este orden la teoría racional/emotiva aconseja aceptar los sentimientos como algo propio, sin ocultarlos o negarlos; prestar atención a las reacciones corporales que provocan los sentimientos que fueren y entender su lenguaje; equilibrando su espontaneidad y controlar las emociones; vivir los sentimientos con la intensidad que ellos exijan; no juzgar a los sentimientos como lógico e ilógicos, admitiendo sin más su desarrollo espontáneo; y nunca usar a los sentimientos como esgrima para obligar a otros a comportarse según deseos propios.

Conviene, por consiguiente, eliminar diálogos internos irracionales cuando estos constituyen una amenaza, que conducen a sentimientos negativos. Por tanto el primer paso consiste en reconocer la manera irracional de pensar cuando por ese procedimiento se producen sentimientos negativos.

En este orden postulo que en el ámbito escolar, singularmente entre maestros y resto de cuerpos docentes ,se tenga en cuenta cualquier metodología que implemente sentimientos y emociones en el sentido de que favorezcan equilibrio y armonía en la personalidad , al mismo tiempo que faciliten convivencia , y nunca , repito nunca , ubicar los sentimientos a sotamano de los pensamientos que en los recintos escolares se instruyan.
 

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