Con el adiós dolorido, de un
compañero perdido, tiene en la fe su esperanza. De los
desagravios, abandono y olvidos, todavía quedan fuerzas para
recordar momentos pasados. Del adiós a LAS MISIONES
INTERNACIONALES EN BOSNIA, 23 compañeros dejaron su vida, en
cumplimiento del deber. De los malos momentos vividos en el
DESFILE DE LA HISPANIDAD, cuando unos cuantos bronquistas,
no supieron respetar LA ORACION A LOS QUE DIERON SU VIDA POR
ESPAÑA.
De volver cuatro años después el Tercio Duque de Alba, a
desfilar al mando del Coronel García-Vaquero, que recogía el
testigo, de Timón Sanchez que lo hizo en 2.006.
Del agradecimiento a la BRIGADA PARACAIDISTA de
Paracuellos del Jarama, por regalarme EL POLO OFICIAL de la
Unidad , bellisimo detalle que me acerquen hasta CEUTA, una
prenda de tan distinguida Unidad de Elite, para este caballa
que escribe de corazón.
De los buenos momentos vividos este verano con las
Unidades y Regimientos que me invitaron a sus Festidades y
Celebraciones, LEGION ESPAÑOLA, FUERZAS REGULARES, ARMADA
ESPAÑOLA Y REGIMIENTO ACORAZADO MONTESA.
De los que se llevaron los premios y honores en lugar de
mi, quizá lo hicieron mejor y demostraron un ESPIRITU DE
SUFRIMIENTO Y DUREZA, como el que me preparé para dar la
conferencia sobre la Legión en Sevilla.
Donde termina la Marquesina, donde empieza el ULTIMO
ESCALON, al que yo pertenezco.
Fue en la Semana Santa del 2003, parecía que el Coronel
QUINTANA-LACACCI, había “traido el agua” como decimos los
caballas. Si el Martes Santo, el Encuentro tuvo que dar
media vuelta al terminar EL NOVIO DE LA MUERTE.
Llega el Viernes Santo, sale la Comitiva del Santo
Entierro, y a la altura del Hotel La Muralla, cae la
Mundial, al Cristo de la Expiración y María Santisima del
Amor, los pilló por el Paseo de las Palmeras y causó sendos
destrozos de valor incalculabe.
Los pasos del Santo Entierro, dieron rapidamente la vuelta
hasta su Templo, pero los ciudadanos quedaron despavoridos a
la intemperie, a las inclemencias del tiempo.
Nos refugiamos en la Marquesina del Hotel La Muralla, la
que guarda majestuosamente su entrada. Con la Banda de
Guerra, Gastadores, y las Compañías que Escoltaban al
Santisimo Cristo, se quedaron firmes esperando la orden de
retirada, a refugiarse en la Comandancia General de Ceuta.
YO ESTABA EN EL ULTIMO ESCALON, el que dejaba la delgada
línea roja del encogimiento y el valor.
Allá que llega una señora con un carro y un niño pequeño,
la señora me mira, con sus ojos de que la dejase refugiarse,
y sin dudar ni pestañear, con traje y corbata, salí al
chaparrón a pulmón libre... muchos familiares javier ,
Javier, que haces, y me quedé firme con los legionarios. La
señora agradecida se refugió con su niño chiquito, yo quieto
con los legionarios, hasta que ellos en marcial formación al
toque de corneta se recogieron en los garajes de la COMGE.
Fue en el 2.003, quise buscar refugió allí y NO ME
DEJARON, quizá yo era un heroe incognito todo, nadie
aspiraba a saber quien era yo. Avisé a la familia que en
carrera rapida y veloz, regresaba al barrio a coger el coche
y buscar la familia.
Es el legado de los Antiguos Legionarios, el que me
dejaron, de no taparse del frio, del viento y de la lluvia,
cuando estuvieran al raso LA LEGION.
Quizá tenga tristeza, por el esfuerzo dedicado AUNQUE LOS
HONORES SE LOS DEN A OTROS, solo me conformo para contar
esta historia y DEDICARTE ESPAÑA MIS PIROPOS, QUE SALEN DEL
CORAZON.
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