Se ha dicho, y estoy totalmente de
acuerdo con ello, que la envidia es el deporte nacional de
todos los españoles. Quiero aclarar, que todo hay que
decirlo, que no entro dentro de ese grupo, no por no ser
español, que los soy y me siento orgulloso de ello, sino
porque el odio y la envidia no existen en mí particular
diccionario.
La envidia es ese fenómeno tras el cual, como escudo
protector, se ocultan todos los que por su escasa capacidad
intelectual, son incapaces de realizar lo que otros
realizan, y que a ellos les hubiese gustado poder hacer. Al
carecer de esa capacidad, lanzan todas sus críticas contra
quienes son capaces de llevarlo a cabo.
La sabia de mi abuela, que me dio el sabio consejo de que
odiar y envidiar era propio de las personas incultas
incapaces de realizar nada por su cuenta, acostumbraba a
decir que “si la envidia fuese tiña, estábamos todos calvos”
Los envidiosos muestran todo su odio y envidia, a todos
aquellos que con su esfuerzo, sus conocimientos y trabajo
son capaces de realizar cuanto se propongan. Eso para ellos
es imperdonable y se lanzan al cuello del que envidian, cual
un Drácula cualquiera sediento de sangre. ¡Pobres criaturas!
Cada vez que el editor de este periódico, José A. Muñoz, le
da por hacerse cago de la AD Ceuta, el club de sus amores,
tardan menos que canta un gallo en salir todo esos
parásitos, envidiosos e inútiles a mostrarle la envidia y el
odio que sienten por su persona.
Lógicamente, ninguno de esos parásitos, envidiosos e
incultos, dan la cara en ningún momento, mandan a los cuatro
pelotas de turno, a que hagan ese trabajo, por la sencilla
razón de que además de ser unos parásitos, envidiosos e
incultos, hay que añadirles el adjetivo de cobarde.
Pues les guste o les deje de gustar a esa fauna de
personajillos del tres al cuarto lo hecho, por José A.
Muñoz, hasta ahora al frente de la AD Ceuta supera,
deportivamente, hablando, en mucho a las tres desastrosas
temporadas que los aficionados al fútbol hemos tenido que
soportar.
Claro que el que sabe, sabe, y el que no sabe pues, nada, a
irse a Salamanca a la universidad, en el supuesto, que estos
personajillos de medio pelo, que conforman esa fauna de la
que hablamos, sean capaces de saber al menos leer y escribir
aunque sea con dificultades.
Solamente, el ver a la AD Ceuta, luchando por los primeros
puestos, y no sufriendo incluso por mantener la categoría,
ya tiene su logro. Y si a eso añadimos la llegada del
Barcelona, en la Copa del Rey, por mucho que algunos digan
que era un equipo cargados de reserva, eso ha servido para
hacer una propagan de nuestra tierra, a nivel nacional e
internacional que no hay suficiente dinero para pagarlo,
¿Y quién ha conseguido todo eso?. Para mala suerte de la
fauna de envidiosos, parásitos, inútiles y cobardes, lo ha
conseguido la AD Ceuta siendo su presidente, José A. Muñoz.
Mala suerte para algún que otro manda y los que realizan la
labor que le encomienda la voz de su amo. Adiós, tú
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