Cada familia ceutí gastó el año pasado, de media, 29.977
euros, casi 500 menos que la media nacional (30.410). Como
dice el tópico, la crisis también se nota en la ciudad
autónoma, pero menos que en el resto del Estado. Mientras
que los hogares españoles han dejado de gastar más de 1.500
euros por ejercicio desde 2007 hasta el año pasado, según
los datos de la ‘Encuesta de Presupuestos Familiares 2009’
que acaba de publicar el INE, la contracción de las cuentas
en Ceuta no llega ni a 250 euros.
Desde 2006, cuando el Instituto Nacional de Estadística
empezó a elaborar este informe anual, hasta ahora el
disponible de las familias de Ceuta y Melilla, que en este
estudio aparecen computadas conjuntamente, ha crecido casi
un 10% desde los 27.715 euros que manejaban al año entonces.
A qué destinan el dinero, en cambio, casi no ha cambiado.
Los hogares ceutíes se gastan lo que tienen, sobre todo, en
disfrutar, y pese a tener una capacidad de desembolso
inferior a la media nacional pagan bastante más que sus
homólogas peninsulares en comprar comida y bebida para el
hogar, pero también en vicios (bebidas alcohólicas, tabaco y
narcóticos), en moda y en la hostelería.
Si el perfil de la familia española media dice que cada
hogar destina el 29,4% de su presupuesto (8.951 euros) a
gastos relacionados con la Vivienda, en Ceuta ese porcentaje
cae hasta el 20,7% (6.226 euros), aunque ello no impide que
siga siendo el apartado más cuantioso.
Tanto el resto del país como en la ciudad autónoma este
porcentaje ha ido creciendo progresivamente y es el mayor
registrado desde 2006, con una subida de casi cinco puntos
desde dicho año. Este capítulo incluyen el alquiler, todos
los servicios de la vivienda y reparaciones, así como, en
los casos de vivienda en propiedad o cedida, el valor del
alquiler que se pagaría en el mercado por una vivienda
similar a la ocupada (alquiler imputado).
Lo que los ceutíes se ahorran en sus casas se lo gastan
muebles y otros gastos corrientes y en ellos mismos. Así,
resulta que cada familia caballa destina a adquirir
alimentos y bebidas no alcohólicas un 18% de su presupuesto
(5.435 euros al año, algo más de 450 al mes). En el resto
del Estado ese porcentaje apenas pasa del 14%.
Por mucho que casi la mitad de la población local sea
musulmana y, por lo tanto, en principio, reacia a tomar
alcohol, desembolsamos en vicios casi tanto como los
peninsulares: 561 euros por familia al año aquí, casi 80 más
que hace cuatro años; 623 de media nacional ahora, 60 por
encima de 2006.
No es extraño, atendiendo a los tickets del barco, que a
cada hogar de la ciudad autónoma se le vayan en Transporte
500 euros más al año que la media estatal (3.643 euros),
pero sí que desembolsemos un 5% más que la ratio nacional en
tomar café, comer y dormir fuera de casa. Mientras que una
familia ceutí destina a este capítulo más de 3.000 euros al
año el gasto tipo español se queda en 2.866.
Llama más la atención que, con un clima tan benigno, de cada
casa ceutí saliesen el año pasado 2.560 euros para comprar
ropa y calzado (800 más que la media del país).
A cambio destinamos menos dinero a Enseñanza; a Ocio,
espectáculos y cultura; a Comunciaciones; a Salud y al
apartado de Otros Bienes y Servicios.
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