Preparados? ¡Listos, ya,
ventiladores en marcha!. Es lo que ponen en movimiento todos
los partidos políticos, en cuanto se acercan las fechas de
algunas elecciones, ya sean municipales, autonómica o
generales. Esta visto y comprobado que esta es una táctica,
que no puede faltar a la cita cuando se huele a elecciones.
¿Creen en verdad, todos los partidos políticos, que esa
táctica de poner los ventiladores en marcha le interesa
mucho al pueblo?. Igual sí les interesa al pueblo toda la
“mierda” que se puedan verter sobre unos y otros.
Personalmente, esa táctica, no me interesa lo más mínimo. Lo
que me interesa, de verdad, es al programa que lleve cada
uno y qué es lo qué nos van a proporcionar. Los ventiladores
están bien para el verano, proporcionando un fresquito que
buena falta hace en los días de calor.
La cosa, al parecer, se pone en marcha con unas
declaraciones del alcalde de Valladolid sobre la ministra
Leire Pajín y su parecido que no quiso decir, con no se
quién. Y digo no se con quién le habrá encontrado parecido,
porque guardo silencios sobre el mismo.
Todos se lanzaron contra el alcalde de Valladolid,
tildándole de machista y no se cuantas cosas más, incluso
hay quienes han pedido que sea cesado en su cargo.
Por supuesto no compartimos las palabras del alcalde, ni
descalificación alguna a ninguna mujer, pues a todas se les
debe un respeto. Y ese respeto, no sólo a la mujer, como es
el caso que nos ocupa, sino a todos, entra dentro de las más
elementales reglas de la educación.
Ahora, bien, se tiene que tener la misma vara de medir y
hacerlo con el mismo rasero, sean quienes sean los que
utilicen el insulto como alma arrojadiza, para descalificar
a sus oponentes sean hombres o mujeres.
Lo que no se puede es criticar al alcalde de Valladolid con
el cual, insistimos, no compartimos sus palabras, por
creerlas que están fuera de tono y de lugar, ademán de
considerarlas una falta a las más elementales reglas de la
educación.
Hay que medir a todos los que muestran esa falta de
educación con el mismo rasero, porque de no hacerlo estamos
cometiendo un grave error, ya que todos pueden considerar
que dependiendo de quiénes reciban el insulto así son
juzgados los que insultan, porque toca a uno de los
nuestros. Ahora si uno de los nuestros insulta al contrario,
eso carece de la más mínima importancia.
Así no decimos nada si Castro llama a todos los votantes del
PP “tontos de los cojones”. Callamos si se humilla o se
insulta a las mujeres policías de Melilla. Miramos para otro
lado cuando un alto cargo del PSC dice que la periodista,
Mónica Terribas, está “mal follada”.
O medimos a todos, sean quiénes sean, con el mismo rasero o
mejor paramos todos los “ventiladores”, de esa contienda en
la que están inmersos, los partidos políticos en cuanto se
acercan algunas elecciones.
Vamos a hacerlo por algo que se llama buena educación e
higiene democrática. No creamos que la política sea un
programa de la prensa rosa. La política es algo mucho mas
serio, aunque algunos no se lo crean.
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