Es el “pan nuestro de cada día” en
todo tipo de actividades y, muy especialmente, cuando se
trata de movimientos de personas para entrar, de una manera
oculta, en territorios en los que no les sería factible
entrar, sin una documentación en regla.
Por ello, es una buena noticia que agentes de la UCRIF de la
Jefatura Superior de Policía hayan detenido a una serie de
personas, se habla de cuatro marroquíes, que formaban parte
de una organización clandestina, por supuesto, que
falsificaba documentos.
Lo que nos faltaba, pero aquí, afortunadamente, aunque el
delincuente quería ir, por delante de la Policía, no les ha
salido bien, por cuanto la Policía, en el momento justo, ha
dado con ellos y les “ha cortado” el plan.
Pero es que la situación era, incluso, más compleja al
manejar ciertas personas, a las que “trataban de esconder”,
en hoteles de Ceuta para, más tarde, intentar pasarlas a la
Península.
Mucho movimiento y movimiento, además, de personas, de
dinero, del que viven bastantes individuos y con el que
intentan comprar a todo aquel que les salga al paso.
Ceuta, en este sentido, es demasiado pequeña para algunas
andanzas y las plazas hoteleras y de pequeños hostales, no
son muchas, con lo que el control, se me antoja, que no debe
ser excesivamente complicado para profesionales policiales
que conocen todos los pasos que suelen dar este tipo de
personas. Pero lo sería menos si algunos de esos
“establecimientos de hostales” estuvieran totalmente
registrados y llevaran las documentaciones en regla, cada
día.
Un buen trabajo de la Policía, en este caso de la Policía
Nacional de Ceuta, cuando ha “cortado por lo sano” en esa
organización que traficaba o intentaba traficar con una
serie de personas, marroquíes especialmente, a los que
trataban de “colar de rondón” en la Península, cuando menos.
El “trabajo”, aparentemente, era fácil. Los escondían en un
establecimiento hotelero, esperaban la ocasión y “cuando la
circunstancia se presentaba propicia”, desde aquí hasta
Algeciras era el siguiente paso.
El paso, nos parece, éste último no debía ser el más fácil,
salvo que “hubiera otras cosas”, en las que ni queremos, ni
debemos, ni podemos entrar, al menos hoy.
La investigación, que habrá tenido su tiempo, la realizó la
Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación. El
resultado ahí está, acierto total.
La entrada de uno o dos, puede ser fácilmente camuflada aquí
en Ceuta, pero cuando han detectado la presencia, a veces
numerosa, de extranjeros, de origen marroquí, en ciertos
lugares, especialmente en algunos hostales de Ceuta, el
círculo se empieza a estrechar y, al final, caen los que
tienen que caer.
De momento “han caído” cuatro, marroquíes al menos tres, a
los que se cogió “con las manos en la masa” al habérseles
podido incautar, también, documentos de identidad de España,
de Francia y de Marruecos, todos ellos falsos y una serie de
elementos para poder llevar a cabo la falsificación.
Una vez más, Ceuta aparecía como lugar estratégico, pero
¿Qué tiene que ver Ceuta en las andanzas de estos “presuntos
delincuentes”?. En realidad, nada, pero lo primero que
aparece en la noticia es que se les ha cogido en Ceuta.
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