Montilla llegó a presidente de la
Generalitat gracias a los votos de ERC y ICV, lo que en los
mentideros políticos se le dio por llamar el tripartito. Un
tripartito, que según la sociedad catalana, no dio lo que
esperaba de él a favor de Cataluña. Tan es así que, en los
momentos actuales cuando las elecciones catalanas están a la
vuelta de la esquina los votantes, al parecer, según las
encuestas le han dado la espalda, y han optado por dar su
confianza a CIU, que si la cosa no cambia mucho puede hasta
conseguir la mayoría absoluta.
Montilla se ha dado cuenta de que su acercamiento la
tripartito, en los momentos en que se acercan las
elecciones, si quiere conseguir salvar algo de los muebles,
deberá alejar lo más posible de ERC y ICV acabando, de una
vez por todas, con el tripartito que deberá pasa a mejor
vida, políticamente hablando. Puesto que apoyarse en ellos,
en la campaña electoral, le haría alejarse aún más en la
intención de voto de su remota aspiración de volver a ser el
presidente de Cataluña.
Pues tal y como está la cosa, según las encuestas que
apuestan firmemente por CIU, las posibilidades de Montilla
para seguir en la presidencia de la Generalitat son,
simplemente, una quimera.
Por todo ello, tratando de conseguir los mejores resultados
para el PSC, ha hecho unas declaraciones, en las que ha
dejado con claridad, que el tripartito ha pasado a mejor
vida en la vida política catalana.
Bajo el lema “Punto y parte”, Montilla, durante un acto de
la plana mayor del PSC en el Liceo dijo:” El tripartito ha
hecho un gran servicio, pero su tiempo ha pasado. No me
arrepiento, pero no lo reeditaremos. Está forma ya no sirve
para encarar el futuro de Cataluña”.
Con esta frase queda todo aclarado sobre el futuro del
tripartito al que Montilla dio por enterrado
definitivamente. Nada de extrañar, pues en cuanto le
presidente ha notado la llegada de las próximas elecciones
catalanas, ha experimentado un cambio rápido de su forma de
ver la política que más conviene a Cataluña.
Después de retractarse de las multas impuestas por no
rotular en catalán, ahora va y dice:”Ni cambiaré mis
principios ni vuestros principios por un puñado de votos al
parlamento de Cataluña a cambio de ser investido presidente
de la Generalitat. Ahí queda eso
Montilla se juega las únicas cartas que le quedan para
conseguir salvar los muebles porque está claro, según las
encuestas, que no ganará las elecciones. Y cuáles son esas
cartas, se preguntarán ustedes, acabar con el discurso de
Mas que habla del fantasma del tripartito si gana Montilla,
cosa que el pueblo catalán ni quiere ni le daría sus votos
y, por otra parte al presentarse sólo, alejando de él al
tripartito trataría de atraerse lo votos de los ciudadanos
que se sienten catalanes y españoles.
Lo que sucede es que, esos mismos votantes que se sienten
catalanes y españoles, han sufrido las imposiciones que ha
llevado a cabo el tripartito, entre ellas la de multar a
todos aquellos que sólo rotulasen los establecimientos en
español, sin olvidar lo de los colegios y el idioma español.
Mal, muy mal lo tiene Montilla para salvar los muebles.
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