Quince años después Miguel Bernardo Bianquetti regresó a
Ceuta para presenciar en el Murube el choque de la Copa del
Rey entre la AD Ceuta y el FC Barcelona. ‘Tarzán’, un apodo
que le puso su compañero Juan Carlos ‘Milonguita’ Heredia,
aseguró que “las obligaciones mandan y hacía mucho tiempo
que no venía a Ceuta. Estoy afincado en Alicante y tengo una
familia. Me he llevado una gran sorpresa porque Ceuta está
muy cambiada, tiene un gran alcalde y estoy orgulloso de mi
ciudad”.
Horas antes de echar a rodar el balón en el Murube, Migueli
esperaba un partido “disputado porque en el campo son once
contra once, aunque se enfrenten un equipo de Primera y otro
de Segunda División ‘B’. El Ceuta le pondrá todas las ganas
del mundo y querrá agradar a su público. El Barcelona hará
su partido para dejar encarrilada la eliminatoria”. A pesar
de la ausencia de los Xavi, Iniesta, Messi, Piqué o Villa,
el ex futbolista del Barça entiende que “en el Barcelona
todos los jugadores son válidos y están a las órdenes del
entrenador; unas veces juegan unos y otras lo hacen otros.
Están en el Barcelona porque son grandes jugadores”,
subraya.
Preguntado por la posibilidad de que el Ceuta diera la
campanada como hizo el Alcorcón la temporada pasada ante el
Real Madrid, responde que “sería un palo muy fuerte para el
barcelonismo. Aunque el Ceuta sea el equipo de mi tierra,
deseo que el Barcelona siga adelante. Lo normal es que pase
el Barça, pero el fútbol no son matemáticas”.
‘Migueli’, que ha sido muy crítico con Joan Laporta, fue
nombrado asesor de la junta directiva del FC Barcelona junto
a Carlos Rexach y José María Fusté. Con estos nombramientos
la directiva de Rosell pretende incorporar la experiencia y
el conocimiento de la entidad y del fútbol de los ex
jugadores del Barcelona, al tiempo que se valora y se
reconoce la trayectoria de estas tres emblemáticas figuras
del barcelonismo. “Esta nueva etapa la afronto con ganas y
con mucho barcelonismo. Tenía la ilusión de volver a estar
dentro del club y ayudar para que las cosas se hagan mejor”.
¿Qué puede aportar Sandro Rosell al FC Barcelona? Migueli
espera que “aporte lo que no pudo aportar el otro (Laporta).
La parte institucional estaba muy abandonada y el
barcelonismo de fuera de Cataluña tampoco se atendía como se
merece. Espero que Sandro sea capaz de hacerse con todo ese
barcelonismo que no vive en Cataluña y sea partícipe del
Barcelona”.
La decisión de los compromisarios del FC Barcelona de pedir
responsabilidades a la junta de Laporta y la demanda
interpuesta por éste contra Rosell, es un asunto que no
afectará al equipo según Migueli. “Ya era hora de que
llegara un presidente como Dios manda y sacase a la luz todo
lo que se ha hecho mal. No hay revancha ni excesivo celo, lo
que no se va a tragar es un marrón de otro. Pero esta
situación no afecta al club porque el equipo tiene que estar
al margen de estos asuntos y centrarse únicamente en lo
deportivo”.
Migueli aprovechó la ocasión para dejar bien claro que
“siempre digo que soy ceutí, nunca voy a renegar de mi
tierra, otro cosa es que futbolísticamente me formé en
Cádiz. Algunos envidiosos quieren mezclar las cosas para
confundir. Quiero zanjar de una vez por todas que soy ceutí,
que no reniego de mi tierra”.
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El hombre que más veces ha vestido la elástica del Barça
Miguel Bernardo Bianquetti Tarzán’
Migueli (Ceuta, 1951) ocupa un lugar de privilegio en la
historia del FC Barcelona por haber sido el jugador que más
veces (664) ha defendido la camiseta azulgrana.
Recomendado por Domingo Balmanya, Migueli llegó a la entidad
barcelonista en la temporada 1973-74, después de brillar en
las filas del Cádiz. El central caballa se marchó con 16
años a la tacita de plata donde inició su carrera. En Ceuta
jugó en los juveniles del CD O’Donnell. En su primera
campaña en el Barça sólo disputó un partido porque estaba
haciendo el servicio militar. Curiosamente fue detenido
cuando volvió al cuartel después de aquel encuentro. En la
temporada siguiente, sin embargo, ya se hizo un lugar en el
‘once’. El ‘3’ del Barça se convirtió en un ‘fijo’ para
todos los entrenadores, a excepción del alemán Udo Lattek
que lo sentó en el banquillo durante la temporada 1981-82.
Migueli era un futbolista de gran pundonor -jugó la final de
la Recopa de 1979 con la clavícula rota-, valiente,
implacable en la marca y con un gran dominio del juego
aéreo, que incluso le permitía subir al ataque y marcar
goles decisivos. En el FC Barcelona permaneció 15
temporadas. Jugó el Mundial de Argentina’78 y la Eurocopa
del 80.
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