Ciento cuarenta y siete años después de que, un 26 de
octubre de 1863, el inglés Ebenezer Cobb Morley pariese en
una taberna londinense un código universal y definitivo que
permitió dar a luz al fútbol moderno, los ojos y las voces
del balompié nacional celebraron ayer con júbilo el
cumpleaños del deporte rey en el Alfonso Murube.
Los cerca de 200 profesionales locales, nacionales y
extranjeros acreditados para narrar la vuelta de fútbol de
primer nivel a la ciudad autónoma trasladaron a sus
lectores, oyentes y televidentes una imagen elogiosa de lo
que vieron dentro y fuera del terreno del juego.
Los comentaristas de La Sexta, la cadena que se encargó de
retransmitir el encuentro a toda España, y los comentaristas
radiofónicos coincidieron en reseñar la “deportividad” de la
afición y el conjunto caballa por mucho que los primeros se
quedaron sin ver sobre el terreno de juego a Carles Puyol y
los segundos sin empate, victoria o gol de la honrilla
siquiera.
Al final fue lo de menos. Las voces que recorren España y
Europa detrás del Barça (Víctor Lozano en Onda Cero; Manuel
Oliveros y Sonia Sanz en la COPE; Lluis Flaquer y Edu Polo
en la SER) se quedaron en lo deportivo con la “vertiginosa”
velocidad del equipo catalán en la primera mitad, cuando
mordió hasta en dos ocasiones la red local, y con el “orden”
y la “entrega” de los ceutíes.
A la vuelta del descanso las tertulias del ‘Carrusel
Deportivo’, ‘Tiempo de Juego’ y compañía agradecieron que
los de Guardiola no se entretuviesen en exquisiteces
“banales” y que los de Joao de Deus tampoco entregasen la
cuchara, aunque echaron en falta que el público del Murube
le pusiese un poquito más de calor a una noche un tanto
gélida.
El respetable del estadio ceutí sólo se animó cuando su
equipo apuró a Pinto con un par de disparos y cuando el
entrenador culé sacó a calentar a Puyol. Arreciaron entonces
los elogios a Guardiola, al que tanto en la SER como en la
COPE se apuraron a ‘perdonar’ no haber traído a Ceuta a
todos los ‘jugones’ ante el previsible detalle que tendría
sacando al capitán para deleite de los caballas siquiera
fuera durante cinco minutos.
No fue así, aunque ello no fue óbice para que televisión y
radios alabasen la deportividad de los jugadores de casa
(“no han dado ni una mala patada”, subrayaron en las radios)
y la “fiesta del fútbol” que, a pesar de la derrota, se
vivió con estoicismo en la grada.
Nolito y Bartra por los catalanes y Nauzet por los ceutíes,
a juicio del ‘Carrusel’; y Jeffren y Bartra junto a Modeste,
según los de Paco González; se llevaron los galardones a los
mejores del partido.
Ceuta y el Murube, el premio al mejor escenario para la
onomástica del deporte rey.
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