Los jugadores del Fútbol Club Barcelona salieron ayer en dos
helicópteros sobre las 11:40 horas del aeropuerto de Málaga.
A las 12:20 horas el primer helicóptero llegó a Ceuta con el
entrenador azulgrana, Pep Guardiola y otros jugadores
destacados, entre ellos, el campeón del mundo, Carles Puyol,
o una de las principales incorporaciones del equipo durante
esta temporada, Javier Mascherano. En el segundo helicóptero
aterrizaron jugadores de la talla de Pedro o Bojan,
acompañados por algunos de los jugadores del equipo B que se
trasladó a la ciudad para disputar el encuentro de
dieciseisavos de final de Copa del Rey con la AD Ceuta.
Tras una breve firma de autógrafos a las puertas del
helipuerto ceutí, los jugadores subieron rápidamente al
autobús que les llevaría al Parador La Muralla, donde se
alojaron hasta que se trasladaron al Murube. El dispositivo
de seguridad desplegado por parte del Cuerpo Nacional de
Policía contó con un total de 30 agentes durante la llegada
y dos vehículos que escoltaron al autocar de Flandria hasta
el hotel. Sobre las 12:30 horas los jugadores azulgranas
fueron aclamados por las más de 200 personas que acudieron
para “intentar ver” a sus jugadores preferidos.
La mayoría de los asistentes fueron niños con camisetas del
Barça y acompañados de sus padres y madres. “Es una ocasión
única. Ver a un club que ha ganado tantos títulos en tan
poco tiempo es algo muy importante”. “No pasa nada aunque
sólo los hayamos visto en el autobús. Ya es algo”, afirmaron
algunos de sus aficionados.
Por otra parte, varios seguidores del Barça se quejaron por
el ‘recibimiento’ que realizaron el grupo de desempleados
que se manifiestan diariamente por las calles de la ciudad.
Los parados acudieron al helipuerto de Ceuta con sus
habituales pancartas, vuvuzelas y tambores. “Es una falta de
respeto hacia los que de verdad hemos venido a ver a los
jugadores”, afirmaba una aficionada. Sin embargo, algunos de
ellos sí que manifestaron acudir porque “sí les gusta el
Barcelona”. Muchos niños esperaron ansiosos la salida de sus
ídolos pero se quedaron con las ganas. “No hemos visto nada.
Además, el sol ha hecho que muchos jugadores tapen las
ventanillas con las cortinas y ha sido imposible”. Sin
embargo, nadie les quitará la ilusión de haber podido ver a
algunos jugadores del mejor equipo del mundo en estos
momentos. Los trabajadores del helipuerto también pudieron
fotografiarse con sus ídolos y pedir algunos autógrafos,
aunque la salida fue breve. Sobre las 14:00 horas los
directivos, entre ellos el presidente, Sandro Rosell,
aterrizaron en Ceuta para participar en la comida
institucional que se celebró en La Muralla.
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