El pasado cuatro de octubre se inició la campaña de
vacunación antigripal 2010 y, por ello, los cuatro centros
de Salud del Área Sanitaria de Melilla tienen agenda abierta
todos los días para ofrecer a los ciudadanos un punto de
vacunación de referencia donde se procede a la atención
vacunal en horarios de mañana y tarde. En los días
transcurridos hasta el pasado jueves (21 de octubre) se han
vacunado 1.883 personas en los centros de Atención Primaria
del INGESA, lo cual se traduce, descontando fines de semana
y festivos, que se atiende a una población aproximada de 140
personas de media al día.
Dentro de esta campaña de vacunación antigripal, que lleva
por título “No dejes que la gripe te detenga”, la Consejería
de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma de Melilla ha
adquirido ocho mil dosis, de las cuales 6.200 se administran
en los citados centros de salud.
En concreto, la población objeto de vacunación está
constituida por todas las personas mayores de 65 años
beneficiarias de asistencia y que, según los datos de
Tarjeta Sanitaria a uno de enero de 2010, se cifra en 6.275
personas. No obstante, hay que especificar que beneficiarios
menores de 65 años pueden ser vacunados si tienen una
condición clínica especial, es decir, si están incluidos en
algún grupo de riesgo (enfermedades crónicas
cardiovasculares, pulmonares, metabólicas, renal,
inmunodeprimidos, embarazadas,…), o si el médico de familia
considera necesaria su vacunación por ser conviviente con
grupo de riesgo o alguna otra situación que así lo aconseje.
Los mayores de 65 años no necesitan el documento de orden de
tratamiento que firma el facultativo para proceder a su
vacunación.
El acto en sí de la vacunación es ahora más fácil ya que no
llega a ser como en el clásico pinchazo, pues la vacuna, al
ser subcutánea, no tiene efectos secundarios, quizás la piel
se pone algo roja o puede provocar un poco de febrícula…
efectos sin importancia que con un paracetamol desaparecen.
En cuanto a la población infantil hay que destacar que tiene
algo más de complejidad, ya que se administra en dos dosis
(“Chiroflu”, vacuna antigripal de antígeno de superficie,
inactivado) y se efectúa en dos tramos de edad, de seis a 36
meses y, desde esta edad, hasta los ocho años. Sólo se
vacuna a la población infantil de riesgo (asma, enfermedades
crónicas…).
Tanto en adultos como en niños y como en todo acto de
atención sanitaria, en la ficha de cada paciente se insertan
los datos de la campaña antigripal con el número de lote del
producto utilizado y el grupo que se ha utilizado (mayor o
menor de 65 años ), datos que quedan registrados en el
protocolo de vacunas del paciente.
Dispositivo especial
La campaña de vacunación supone un esfuerzo en el servicio
diario que ofrece un centro de salud, como, por ejemplo, el
caso del IV “Zona Centro” en el que, para dar mayor
facilidad a la población usuaria, están disponibles para la
vacunación las siete consultas de Enfermería y, así mismo,
se ha dispuesto una especial que está abierta de 08:30 a 10
y 15 a 18 horas (lunes, martes y miércoles). También en
Pediatría se ha adaptado una consulta para vacunaciones los
jueves y viernes.
Especificaciones
En cuanto a la campaña de este año la novedad estriba en que
se utiliza una vacuna para mayores de 65 años que incluye la
cepa de la gripe A, “Intanza 15”, y la inmunización se
realiza por vía intradérmica, siendo el lugar de
administración recomendado la zona del deltoides.
La principal característica de esta vacuna es el novedoso
método de micro-inyección, administrado por vía
intradérmica, que consiste en una jeringa precargada con
micro aguja (1,5 mm) y un sistema protector de la aguja que
está diseñado para cubrir la microaguja después de su uso.
Hay que destacar que Melilla es una de las pocas ciudades de
España donde se va a aplicar este sistema de mayor coste que
el tradicional. Por último, cabe reseñar que este
procedimiento supone un avance también en el aspecto de
seguridad, ya que esta jeringa precargada tiene una
estructura que evita el accidente biológico (el contagio del
personal de enfermería) porque el protector impide que la
aguja sobresalga. El objetivo es que inyecte la cantidad de
líquido necesaria en el nivel subcutáneo y consiga sólo una
mácula.
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