El consejero de Medio Ambiente presentó en rueda de prensa
lo que será la remodelación del Parque Lobera, una zona de
ocio que no es restaurada desde el año 1976. Las obras
comenzarán a finales de noviembre, cuando terminen las
actuaciones que se están realizando en el Parque Hernández.
Con un presupuesto de dos millones de euros se construirá
una zona de juegos infantiles, además de adaptar el recinto
de forma que las personas que tengan que desplazarse en
silla de ruedas puedan disfrutar de él, sustituyendo los
escalones por rampas.
Cuando terminen las obras que se están llevando a cabo en el
Parque Hernández, a finales de noviembre, la Ciudad Autónoma
empezará con la renovación del Parque Lobera. Así lo hizo
saber el consejero de Medio Ambiente, Ramón Gavilán, quien
se mostró orgulloso de poder realizar esta labor, pues se
trata de un recinto que contaba con gran aceptación por
parte de los melillenses.
La última restauración del Parque Lobera fue en 1976, con lo
que, tras 34 años, hay que hacer muchas modificaciones,
destacando la adaptación de esta zona para las personas que
tienen que desplazarse en silla de ruedas.
Con un presupuesto de dos millones de euros y un plazo de
ejecución estimado de diez meses, se sustituirán muchas
escaleras por rampas “con pendientes suaves y respetando la
normativa” , anunció Gavilán, quien también dijo que se
renovará la zona de juegos infantiles y se instalarán
aparatos de gimnasia para mayores.
Los muros de contención de hormigón se sustituirán por otros
de mejor resultado estético y menor coste de mantenimiento,
se repararán los muros perimetrales y se renovará el
mobiliario urbano y del resto del equipamiento. La actuación
también incluye la renovación de las redes de alumbrado,
saneamiento, abastecimiento y riego, con la creación de un
nuevo depósito de acumulación.
La fuente, cascada y el estanque se mejorarán con la
renovación completa del sistema hidráulico. También se harán
aseos totalmente nuevos, pues los actuales están en muy
malas condiciones y se llevará a cabo la creación de una
guardería y un almacén de aperos. El consejero hizo
referencia también al “basurero” que hay en torno a la
muralla de San Miguel, lo que dijo “se convertirá en una
zona ajardinada”.
Se trata, pues, de recuperar una zona de ocio infantil y
familiar, que antes era usada incluso para bautizos y bodas,
como recordó Ramón Gavilán, quien espera comenzar con estas
actuaciones tras la finalización de las obras en el Parque
Hernández, a finales de noviembre, pues la Ciudad Autónoma
también está llevando a cabo actuaciones en la jardinería,
ya que “no se trata sólo de la obra civil”, detalló el
consejero de Medio Ambiente.
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