Un terreno aún sin abonar por los estudios ornitológicos que
ha abierto a la investigación la Fundación Migres. La
entidad lleva a cabo un proyecto pionero con el objetivo de
conocer la biología y conservación del águila culebrera (Circaetus
gallicus), catalogada a nivel europeo como ‘vulnerable’ y en
España como ‘insuficientemente conocida’. El proyecto, en el
que colabora, entre otros, el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), estudia aspectos
relacionados con la reproducción de la especie, la selección
de hábitat, la migración y la invernada, y comprende
asimismo el seguimiento de la población reproductora y
migratoria de águila culebrera en el Estrecho de Gibraltar.
Durante el trabajo de campo realizado por el equipo técnico
de Migres, se ha podido detectar por primera vez una gran
concentración de ejemplares de esta especie, hasta la fecha
considerada como solitaria. El descubrimiento se realizó al
atardecer, en una zona arbolada del Estrecho de Gibraltar.
Este hecho, inusual, motivó que los responsables del estudio
hicieran un seguimiento de la zona y pudieran constatar la
mayor concentración de estas aves conocida hasta el momento,
con 139 águilas culebreras reunidas para dormir juntas en un
pequeño valle del Parque Natural del Estrecho.
La prestigiosa revista británica de ornitología Ibis, con
más de 150 años de historia y considerada una de las mejores
revistas ornitológicas del mundo (ocupa el cuarto lugar por
índice de impacto entre las de su especialidad), ha
publicado un artículo con el hallazgo realizado por el
equipo de la Fundación Migres, al tratarse de un aspecto de
la biología de la especie no conocido hasta el momento.
Este tipo de concentración durante la migración prenupcial,
antes de que las aves den inicio a la reproducción, podría
tener consecuencias e implicaciones sociales en la especie.
Posiblemente, se trate de una estrategia dirigida a la
búsqueda de pareja, de modo que aves con diferentes orígenes
geográficos podrían nidificar juntas y propiciar el
intercambio genético necesario para favorecer la viabilidad
de las poblaciones.
La Fundación Migres ha marcado ejemplares con transmisores
satélite para conocer la localización precisa y diaria de
las aves desde que abandonaron el nido; de este modo, se
saben con exactitud sus rutas de migración hasta alcanzar el
África subsahariana. A partir de ahora, se estudiarán los
diferentes aspectos de la ecología de las aves en sus zonas
de invernada, de las que se dispone de un conocimiento aún
muy limitado.
El proyecto de investigación se enmarca en el convenio de
colaboración establecido entre la Fundación Migres y el CSIC
y cuenta con la dirección científica de Miguel Ferrer,
profesor de investigación en la Estación Biológica de Doñana
(CSIC) y presidente de la Fundación Migres. Este estudio
sobre el águila culebrera se financia con las medidas
ambientales vinculadas a los parques eólicos.
El águila culebrera es una rapaz diurna que se caracteriza
por ser relativamente grande (62-67 centímetros de longitud
y entre 166-188 centímetros de envergadura) y superar
frecuentemente los 2 kilogramos de peso. Machos y hembras
son de dimensiones parecidas y apenas existen diferencias de
coloración por edades. Los ojos, amarillo-anaranjados, son
grandes y están dirigidos al frente, lo que le da un cierto
aspecto de rapaz nocturna.
2.850 parejas reproductoras
Es una especie de distribución Indo-Europea que se extiende
a lo largo de la región paleártica, desde la península
Ibérica hasta la India a través del sur y el centro de
Europa, el Cáucaso, Oriente medio y el centro y sur de Asia.
En África, tan sólo ocupa una pequeña franja en el sector
más septentrional. Se desconoce con precisión el tamaño de
la población en España, si bien se estima una población
actual de unas 2.850 parejas reproductoras en nuestro país.
Las amenazas para la especie se deben, principalmente, a la
disminución de las poblaciones de reptiles en zonas
agrícolas y a la densidad de la cubierta forestal en zonas
rurales abandonadas, aspectos ambos que limitan
sustancialmente la superficie en la que la especie puede
cazar y alimentarse. El águila culebrera es una especie
forestal que necesita, en las proximidades de la zona de
cría, zonas desarboladas o de roca desnuda donde dar caza a
los reptiles de los que se alimenta; su dieta se compone
casi exclusivamente de reptiles, constituyendo las
serpientes el 95% de sus capturas, aunque lagartos,
lagartijas, anfibios y ocasionalmente aves y mamíferos
forman parte también de su alimentación.
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