Los actuación de tres médicos del ‘caso Rosello’, en el que
el juez consideraba ayer que pudo ser constitutiva de un
presunto delito de homicidio imprudente grave, podría costar
a los imputados entre uno y cuatro años de prisión, además
de la inhabilitación durante tres o seis años al tratarse de
profesionales de la Sanidad.
Entre uno y cuatro años de prisión, y la inhabilitación
profesional desde tres a seis años. Estas podrían ser las
penas a las que se enfrentarán los tres médicos imputados en
el ‘caso Rosello’, en el que se produjo la defunción de una
mujer ceutí embarazada y, posteriormente, la de su bebé por
la cesárea practicada de emergencia.
A este respecto, el titular del Juzgado de Primera Instancia
e Instrucción número 3 de la ciudad dictaba ayer el auto por
el que solicitaba la apertura de juicio oral y daba traslado
al Ministerio Fiscal y a la acusación particular para que
presentasen, en el plazo de días, el escrito de imputación
ya que, tras dos años de investigación, el magistrado ha
determinado que las intervenciones realizadas por el
cardiólogo, la ginecóloga y un doctor podrían ser
constitutivas de un presunto delito de homicidio imprudente
grave. De ahí que, tal y como prevé el artículo 142 del
Código Penal, “el que por imprudencia grave causare la
muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio
imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años”.
Además, y tal como se especifica en el apartado tercero de
dicho artículo, “cuando el homicidio fuere cometido por
imprudencia profesional se impondrá la pena de
inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión,
oficio o cargo por un período de tres a seis años”.
Serán ahora tanto los representantes del Ministerio Público
como los abogados que representen la acusación particular
los que soliciten cualquier término para la posible condena.
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