Estuve jugando al ajedrez, hacía
tiempo que no jugaba, con un conocido en el Casinet. La
partida quedó en tablas… se había prolongado demasiado en el
tiempo.
Mi amigo comenzó con el conocido gambito de rey, hoy
considerado una línea minoritaria y muy arriesgada.
Me ofreció el peón, que está en el lado del rey, como una
especie de oferta para que él asumiera el dominio y la
iniciativa en el juego. Mi amigo jugaba con las blancas.
Este gambito es el que suele efectuar frecuentemente el PP
en el tablero cuando se refiere a los inmigrantes.
Si los peperos creen que el país no puede absorber más
inmigrantes y que es más necesario que nunca un mayor
control de nuestras fronteras, soslaya que la presión
migratoria de entrada al país se ha ido diluyendo.
Lamentablemente, ese concepto xenófobo se está extendiendo a
la Sanidad y a la Justicia, donde el PP acusa al Gobierno de
permitir que los inmigrantes abusen de estos servicios.
Si bien un punto a considerar, en referencia a la tendencia
a la baja de inmigrantes, es la nacionalización de muchos de
ellos.
Creo que sería necesario realizar un debate en serio sobre
la inmigración. Hacerlo sin complejos ni demagogia. Sin
racismo y sin xenofobia.
Permitir la entrada de extranjeros con permisos (de trabajo,
de estudios, de vacaciones, etc.) y que cuando caduquen,
exigirles que abandonen el país. Esto es lo lógico.
En lo que no estoy de acuerdo, con el Gobierno, es que
cuando un inmigrante llegue al país se empadrone sin más y
tenga derecho a la sanidad gratis, a la educación, etc. El
empadronamiento, por sí solo no da derecho a nada.
La condescendencia es mala y los gambitos de rey de esos
inmigrantes son tenaces. Una vez que se pase dos años
deambulando por ahí (robando o no para pervivir) con lo ya
puede pedir la residencia por arraigo (invento nefasto) y
con el tiempo, siguiendo las jugadas de ajedrez, traerse a
toda la familia (desde la tatarabuela hasta las cuartas
mujeres y sus respectivos hijos, en el caso de los moros)
por reagrupación familiar.
Esto es totalmente insostenible.
Cabe destacar que, en el gambito de rey moruno, suelen hacer
frecuentes viajes a su país y al regreso traerse una mujer
cada vez, con sus hijos, al no existir control alguno sobre
ello.
No están registrados en el registro civil y entonces
cualquiera puede asegurar que la mujer que lo acompaña sea
la única.
Bien los usan, a los inmigrantes, los empresarios.
Mano de obra barata y sin cotizaciones que valgan.
En muchos casos, comprobado.
Tengo un amigo que emigró al Canadá. A su vuelta es todo una
eminencia en el tema del ADN, no del periódico gratuito sino
del ácido, y se apuntó al PP nada más llegar.
Cada jueves solemos comer en un restaurante barcelonés que
regenta el suegro de la Arancha, la ex tenista, y nos
embarcamos en discusiones amenizadas con los platos y
bebidas que sirven en el restaurante.
Por ahora voy ganando por 6-0. No explico cómo. Aunque tiene
que ver con los Presupuestos Generales. Pista bastante
redonda y clarividente ¿no?
Sólo me alegra que el país haya puesto fin a dieciocho años
de invasión en Bosnia. A nuestros soldados no podremos
llamarlos inmigrantes…
Volviendo a lo de Sanidad, me esperan cuatro largos meses
para poder visitar al dermatólogo. Ayer pedí hora y me la
dieron para el 23 de febrero… ¿casualidad?
Estamos en octubre y tantos “hongos” no son de extrañar.
|