Diez meses de cárcel, por un delito de amenazas, y seis días
de localización permanente, por una falta de injurias,
fueron las penas reclamdas por la representante del
Ministerio Fiscal y el abogado de la acusación particular,
para un hombre que ocupó ayer el banquillo de los acusados
de la sala de lo Penal. Este, por su parte, recalcó que
“jamás” apercibió a su mujer y que esta perseguía el
beneficio del hogar común.
”Jamás he insultado a mi esposa, nunca la he amenazado de
muerte y ella fue la que se marchó de la casa con nuestra
hija cuando yo, ni siquiera, quería divorciarme”. Con estas
breves declaraciones se defendió de las acusaciones del
Ministerio Fiscal y el letrado de la acusación particular,
un hombre que ocupó ayer el banquillo de los imputados del
Juzgado de lo Penal por un delito de amenazas y una falta de
injurias, por lo que le piden una condena de 10 meses de
prisión y 6 días de localización permanente. La defensa, por
su parte, pidió la absolución de su cliente entendiendo que
los hechos narrados no tenían ningún valor probatorio y que
la disputa entre la pareja tenía carácter civil, por lo que
sugirió al magistrado que la denuncia a su defendido
perseguí un fin: “Ella quiere quedarse con la casa porque
acaba de pedir el divorcio y utiliza la Ley de Violencia de
Género para que el procedimiento sea más rápido”, apuntó.
La presunta víctima declaró que el 30 de julio, sobre las
13:15 horas, fue al domicilio común “sólo” a recoger algunas
pertenencias y, al cerrar con llave y no acceder a la cada,
“aporreó la puerta porque no quisimos abrir ya que nos daba
miedo. Comenzó a gritar y a decirme que me iba a matar, y
que nunca me daría el divorcio”. Como testigo asistió al
juicio la hermana de la denunciante que, ese día la
acompañaba, aunque contradiciendo lo manifestado por la
misma, esta alegó que “íbamos para que ella se quedase en la
casa porque nuestra hermana tienen déficit mental y se
dedica a pegar a su hija menor”.
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