De él llevo ya mucho tiempo sin
decir ni pío en los papeles. Tal es así que no pocos
lectores se han dado cuenta de que hace varios meses que no
le recuerdo al presidente de la Federación de Fútbol de
Ceuta la obligación que tiene de hacer una auditoría en el
organismo que preside. Aunque sepa, sobradamente, que
Antonio García Gaona está atado de pies y manos en ese
sentido. Debido a que recibió una contabilidad lo más
parecida a las cuentas del Gran Capitán. Lo cual, y hay que
decirlo sin tapujos, no le exime de culpas; ya que García
Gaona fue vicepresidente antes de tomar posesión de la
presidencia.
Antonio García Gaona fue, además, un vicepresidente con
mucho mando en la federación. Por razones que podría
enumerar en nada y menos. Y ese mando le bastaba para estar
al tanto de cuantos chanchullos contables pudieran haberse
hecho durante tantos años seguidos y sin que nadie tuviera
el valor de meterse a investigarlos. Por miedo, claro es.
Puesto que hablar de la federación ha sido un tema tabú
desde los años ochenta, o incluso antes, en esta ciudad.
En esta ciudad, sin duda alguna, habría salido escarmentado
cualquiera que se hubiera atrevido a pedirle una auditoría a
la federación. Pues quien la presidía se había encargado de
que esa osadía fuera castigada duramente. Y el miedo a
represalias periodísticas, por parte de los amigos del que
hacía y deshacía en la federación, hacía imposible que nadie
dijera esta boca es mía. Hubo amagos; pero al final el
valiente de turno se asustaba, no era para menos, y
terminaba dando el cante de la retirada o uniéndose a la
banda del lugar.
Yo sé que Antonio García Gaona está disfrutando en estos
momentos con la exhibición de la Copa del Mundo. Se le ve
henchido de gozo. Alegre como unas castañuelas. Satisfecho
de ser miembro de una Federación, la española, que ha
conseguido en escaso tiempo que la selección sea campeona
europea y universal.
Y, antes de escribir este artículo, he pensado lo siguiente:
Manolo, parece mentira que vayas a estropearle el
pasodoble a García Gaona. Cuando Antonio responde a tus
criticas con la sonrisa por delante y las mejores palabras.
Y, durante unos minutos, estuve reflexionando sobre si me
merecía la pena alterar, aunque sea mínimamente, la
felicidad del presidente de la Federación de Fútbol de
Ceuta. Felicidad que le está proporcionando el gol de
Iniesta, los penaltis parados por Casillas y el
talento que anida en la cabeza de Vicente del Bosque.
Y tentado estuve de escribir de otra cosa. Por ejemplo: en
vez de recordarle a García Gaona la necesidad que tiene de
hacer una auditoría, podría hacerle ver que está rodeado de
personas que, en cuanto José Antonio Muñoz ha tomado
las riendas de la Asociación Deportiva Ceuta, han comenzado
a urdir maldades contra el primer equipo local.
Maldades que el presidente de la Federación de Fútbol de
Ceuta sabe que son ciertas. Si bien todavía no tenemos las
pruebas de que AGG haya participado en esas llamadas con el
fin de que los arbitrajes no sean los mismos que se hacían
hace escasos meses. Ahora bien, el día que tengamos la
certeza de lo que ya va siendo un secreto a voces, no le
quepa la menor duda al presidente de la Federación de Fútbol
de Ceuta, García Gaona, que no nos temblará el pulso a la
hora de adentrarnos por vericuetos conducentes a situaciones
nada apetecibles para él.
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